• 09/10/2016 02:00

Edad mínima para usar celular

‘... nada más insoportable que un niño en medio de una actividad social o deportiva texteando, chateando o hablando por celular. Lo cual no es solo antisocial, sino un mal comienzo para una nueva generación '

No hace mucho tiempo, los padres de familia nos preguntábamos a qué edad debiéramos dar a nuestros hijos el acceso completo a las llaves de la casa o del auto. Hoy día, nos enfrentamos a una pregunta más difícil: ¿A qué edad debe un niño tener un celular?

El celular, después de todo, es la clave para el acceso sin restricciones a Internet y los muchos beneficios y peligros que vienen con él. Pero a diferencia de la conducción de un carro, que es legal en Panamá a partir de los 16 años de edad, no existe una guía legal para que los padres podamos determinar cuándo un niño está listo para tener su celular.

El tema se debate cada día más al tiempo que los niños reciben sus celulares a una edad cada vez más temprana. En promedio, los niños reciben ahora sus primeros celulares alrededor de los 10 años, por debajo de los 12 años en 2010, aunque para algunos niños comienza incluso antes. Las razones son varias: a los padres no les gusta prestar sus teléfonos a sus hijos y sobre todo que nadie quiere compartir sus contactos ni contenidos.

En nuestra familia existe una regla estricta, ningún niño recibe un celular hasta que empieza la escuela secundaria, después que haya aprendido sobre las técnicas de contención y el valor de la comunicación cara a cara. Y aunque cada niño es un mundo aparte, la edad de un niño es importante porque refleja en parte su grado de responsabilidad y nivel de madurez.

Así que, ¿cómo determinar el momento adecuado? Para llegar a algunas directrices, sugiero primero analizar los estudios sobre el uso de celulares entre los niños y también preguntar opiniones a los padres con respecto a su uso en niños. Y la línea de respuesta siempre es la misma: cuanto más espere para entregar un celular a su hijo, mejor. Algunos expertos sugieren que 12 es la edad ideal, mientras que otros recomiendan 14. En lo que sí todos coincidimos es que los celulares son distracciones adictivas, que entorpecen el trabajo escolar, y que la exposición ilimitada a imágenes de violencia y pornografía representa un peligro en cierne.

La revista Psychology Today describió en 2015 un estudio de dos años con una muestra de 70 000 niños en la cual se encontró que, en promedio, la exposición a juegos violentos comienza en 5to grado, el consumo de pornografía comienza en 8vo grado y la adicción a texting se percibe en 9no. En otro estudio publicado este año, Common Sense Media encuestó 1240 padres e hijos y encontró que más del 50 % de los niños admitió que era adicto a sus celulares. También encontró que el 66 % de los padres sentía que sus hijos utilizan demasiados dispositivos móviles y el 52 % de los niños aceptó estar de acuerdo. Alrededor del 36 % de los padres dijo que discuten diariamente con sus hijos sobre el uso del excesivo del celular.

Y además es fundamental considerar la biología humana al momento de debatir este problema. La corteza prefrontal, una parte del cerebro que controla los impulsos, se termina de desarrollar a mediados de los años 20. En otras palabras, los padres no deberían sorprenderse si los niños más jóvenes con celulares carecen de control de los impulsos. El año pasado, más de 100 estudiantes en una escuela secundaria de Colorado estuvieron envueltos en un escándalo que involucró la comercialización de fotos de sí mismos desnudos a través de dispositivos móviles.

Regresando al tema de la edad mínima, queda en última instancia a los padres determinar los pro y contra. Y mientras llega ese momento, existen diferentes tácticas antes de entregar uno. Una opción popular es iniciar al niño con aparatos que solo puedan enviar mensajes de texto o llamadas telefónicas a teléfonos preestablecidos, y evaluar así si pueden usar esos dispositivos de forma responsable. Otro mecanismo es hacer un contrato familiar con las normas sobre el uso del celular, que incluya prohibiciones expresas como nunca tomarse fotos desnudo y nunca comunicarse con personas extrañas a través de Internet en la vida real. Los padres deben asegurar que el niño firme el contrato antes de recibir el celular y entienda las consecuencias de romper las reglas. Y una vez lo tenga en sus manos que comprenda que no hay nada más insoportable que un niño en medio de una actividad social o deportiva texteando , chateando o hablando por celular. Lo cual no es solo antisocial, sino un mal comienzo para una nueva generación.

*EMPRESARIO, CONSULTOR EN NUTRICIÓN Y ASESOR DE SALUD PÚBLICA.

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