Educación y educandos...

Que la educación académica panameña, la pública, está en crisis, no es un secreto, y desde hace mucho se está exigiendo que las diferentes administraciones que nos han gobernado, en conjunto con los gremios de educadores, se dediquen a elaborar los planes de educación merecedores de ser parte de una Política de Estado de la Educación, que saque a nuestra población del camino de la mediocridad académica.

Sin embargo, lo que se recibió en el quinquenio presidencial pasado, especialmente, fue un nefasto mensaje sobre la no necesidad del esfuerzo para lograr la excelencia cuando se creó la beca universal, para la cual solo basta un mínimo de tres como calificación y si el estudiante saca un fracaso, puede recuperar la beca si ‘lo Tapa’.

Una herencia que el actual gobierno recibió y en lugar de corregir el daño, lo mantiene y aumenta. ¿Cómo exigirle a los niños y jóvenes esfuerzo, si la pereza y mediocridad pagan? Ojalá sea cierto que se revisarán los requisitos para recibir esta beca o que se elimine y la ayuda económica, a quienes realmente la necesiten, se dé en una forma no populista ni paternalista ni alimentadora de la vagancia y mediocridad.