Para reflexionar

Hoy conmemoramos la fundación de la ciudad de Panamá. Las vetustas edificaciones que se mantienen en lo que se conoce como Panamá la Vieja evidencian que hace 492 años los conquistadores españoles ya vislumbraban una próspera metrópoli –y de influencia- en estos parajes. Lamentable es que los residentes en la principal ciudad de Panamá, permitieron que fuera golpeada por cuanto gobierno haya llegado al poder y no se han puesto a pensar en sus habitantes. Así vemos moles de cemento, acero y vidrio, dignas repressentantes de la opulencia que se erigen para enseñoriarse del paisaje, pero que cualquier llovizna traiciona su vanidad al quedar inundadas sus vías de acceso. Hoy es día de fiesta y no faltará un discurso sobre la grandeza de nuestra ciudad, haciendo alusión a las impactantes edificaciones que opacan sin piedad la torre de 1519, pero sin siquiera mencionar que el crecimiento también se comió las aceras… Es la ironía que debe acabar y ojalá que hoy reflexionemos sobre esto y decidamos hacer de esta ciudad la tacita de oro que todos deseamos.