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- 29/01/2021 00:00
Hacia un país con orden
La excesiva concentración de poder del Ejecutivo, tal como lo establece la Constitución panameña, sin duda ha arrastrado al país al desorden en el que vivimos y que también ocurre en la mayoría de los países latinoamericanos con el sistema presidencialista. Ahora que están de moda los cambios constitucionales y viendo la polémica desatada por la designación de la exprocuradora Ana Matilde Gómez a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es justo pensar en un cambio constitucional que evite esos problemas. Francia tiene un sistema político en donde hay un presidente electo por voto directo y un primer ministro que tiene que elegir de la mayoría del Parlamento. Italia tiene un primer ministro que sale del Parlamento y un presidente que también lo elige el Parlamento. Lo cierto es que, en ambos casos, hay dos figuras claves y una es el jefe de Gobierno y la otra el jefe de Estado. El jefe de Estado, por lo general tiene a su cargo la política internacional y sus decisiones no pueden ser caprichosas, pues tienen que pasar por la aprobación del Parlamento. Los panameños debemos emigrar hacia un sistema con estas dos figuras de jefe de Gobierno y jefe de Estado y tanto embajadores como figuras prestantes del país, deben pasar por la ratificación parlamentaria para un análisis profundo sobre ellas. El caso de Gómez escandaliza hoy, pero ya hemos sufrido vergüenza con embajadores, incluso, uno se pavoneó, por las calles del país en el que nos representaba, vestido de mujer. Hay que cambiar el sistema y enderezar el rumbo hacia un país con orden. ¡Así de simple!