- 24/11/2018 01:00
Erradicar la corrupción
El flagelo de la corrupción no solo está enquistado en las altas esferas que acaparan titulares de los medios de comunicación social. Es un mal que va creciendo, alimentándose desde el hogar, en las escuelas, en las esferas inferiores y mandos medios de las instituciones. Crece en los gremios, sindicatos y agrupaciones, donde los dirigentes se enquistan en las directivas... Es por eso importante que la corrupción se combata desde la raíz, es decir, desde el hogar. En casa hay que enseñar a los niños a ganarse las cosas. Que estudien por sí mismos. Nada de hacerles tareas o realizarles los trabajos. La escuela, empero, es el segundo filtro y el Ministerio de Educación tiene que ser muy estricto en el combate de la corrupción. Los concursos que se realicen entre escuelas, tienen que ser prístinos, que no dejen margen a duda sobre favoritismos. Permitir que se favorezca a ‘x' o ‘y' escuela es mandar un mensaje muy negativo de que esforzarse no tiene valor, porque la influencia es la que vale, la que prima, la que se impone... El Ministerio de Educación es la barrera más importante, después del hogar, para que un país se libre de la corrupción. Y es que esos niños y jóvenes que ven que en el Ministerio de Educación o en el hogar se permite la trampa, mañana formarán el plantel de los bribones en los puestos públicos como diputados, ministros o jueces. Hay que acabar con la corrupción de raíz y eso se logra empezando por el hogar y la escuela.