• 05/10/2018 02:00

El nuevo G-2 sin Noriega

En América Latina estos organismos involucionan muchas veces a organismos de chantaje y para dedicarse a investigar políticos o periodistas 

Todo país tiene su organismo de inteligencia. Los necesita para anticipar situaciones de riesgos y para obtener información sobre los movimientos de carteles, grupos armados, en fin, tiene como misión obtener información sobre diversas amenazas y prevenir la toma de decisiones de los Gobiernos. Sin embargo, en América Latina estos organismos involucionan muchas veces a organismos de chantaje y para dedicarse a investigar políticos o periodistas o para atentar contra adversarios políticos. Panamá ha tenido experiencias muy desagradables como el famoso G-2, el aparato de inteligencia militar e instrumento de tortura para los opositores al régimen de Noriega. En el Perú, Vladimiro Montesinos utilizó el aparato de inteligencia para espiar y chantajear políticos, ministros, empresarios y periodistas y fue el que llevó al despeñadero a Alberto Fujimori. En El Salvador se acusa al aparato de inteligencia de chantajes y acciones violatorias a la intimidad de las personas. En fin, estos organismos de inteligencia se crean para una función muy especial, pero involucionan hacia acciones perversas. El actual Consejo de Seguridad Nacional que sucedió al G-2 en el Gobierno de Guillermo Endara (q. e. p. d.), se creó para anticipar amenazas contra el país. En el Gobierno de Martinelli empezó una clara distorsión y las escuchas telefónicas a políticos, periodistas y empresarios solo son una parte de los desvaríos de este aparato. Hoy, el Consejo de Seguridad Nacional no solo siguió con la distorsión de la época de Martinelli, sino que se utilizó, cual Procuraduría paralela, para armar expedientes contra opositores. Ya controla la DGI, la UAF, la DIJ, etc. Al paso que va, con esta aberrante involución, el Consejo de Seguridad Nacional está muy cerca de ser el nuevo G-2 sin Noriega.

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