Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 03/11/2019 00:00
¡Viva Panamá!
La experiencia revela que a los panameños les encantan las fiestas y las de noviembre, más. Pero a nuestro parecer, les gustaría que ellas dignificaran verdaderamente a la PATRIA, en lugar de ofenderla al mostrar desconocimiento de los hechos históricos y también la pena de presenciar la ejecución de actividades que más que homenajear, mancillan la dignidad del país y entran en conflicto con lo que es el conjunto de sentimientos denominados PATRIA.
A los istmeños les gustaría que los patriotas que salgan a las calles a disfrutar del gozo que proporciona el rendir culto a PANAMÁ, los patriotas hubieran tenido el tiempo para reflexionar sobre dos fechas importantes de nuestra historia: sus causas y consecuencias, las razones que justificaron lo que sucedió en ese momento, lo acaecido, cuándo ocurrió, dónde se realizaron las acciones, quiénes participaron en ellas y, desde luego, que hayan podido derivar conclusiones personales. Hablamos en específico de nuestra independencia de España en 1821 y separación de la Gran Colombia en 1903.
Para que el homenaje que se rinde a la Patria sea verdaderamente completo, sería beneficioso saber que en los días que anteceden a estas dos solemnidades, los aportes de los historiadores e investigadores han sido motivo de reflexión y debate en todos los centros educativos del país y que después de esta exégesis, lo pertinente fuera internalizar lo aprendido para lograr su permanencia y evitar así la vergüenza de no elaborar sobre temas tan repetidos o de hacerlo con titubeo y rodeos innecesarios.
Por lo que ha ocurrido durante los últimos años, no solo hace falta trabajar con educandos, sino también con la ciudadanía y refrescar lo que se supone se aprendió sobre estas efemérides y de ser necesario, introducir las correcciones pertinentes. Esa es una tarea importante para la que los medios de comunicación son magníficos auxiliares. Ellos son valiosos en el proceso de instruir, educar y culturizar al pueblo.
Los desfiles cívicos bien organizados, los jóvenes ataviados lujosamente y las ejecuciones sobre la marcha son una muestra de que los muchachos saben disciplinarse para exhibir su amor por PANAMA. Las “paradas” llenan de júbilo el corazón de los que han tenido el privilegio de nacer en esta faja estrecha considerada la cintura del continente, “centro del mundo y corazón del universo”.
La música patriótica colma de contento; el despliegue de polleras enorgullece: la desenvoltura de los participantes promueve una cierta y sana vanidad; sus saludos a la enseña patria suscitan una pasión que las palabras no pueden explicar, pero que el corazón no esconde cuando palpita aceleradamente, la piel se eriza y las lágrimas se escapan al oír que bandas musicales y de guerra así como también grupos corales y conjuntos típicos desfilan entonando marchas patrióticas y danzando al compás de la música típica para festejar con verdadera alegría y respeto momentos tan significativos en la vida de esta hermosa PATRIA, PANAMÁ.
¡Viva Panamá!