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- 24/11/2018 01:00
Y ahora vienen las alianzas, el objetivo es ganar-ganar
Este mes ha sido alegre, sorprendente y peculiar. Inicialmente llama la atención el triunfo de Jair Messias Bolsonaro en Brasil (63 años), representando la ultraderecha, pondrá en acción la línea dura del Neoliberalismo (privatizaciones y disminución del tamaño del Estado), estrechará lazos económicos y políticos con Colombia, dada la afinidad ideológica con el presidente Duque; también nos agradó la aprobación de la sexta comarca de los Naso y nos deprime la postura de los empresarios frente al aumento de las jubilaciones consignado en la Ley 621; la aprobación del presupuesto 2019, con sus camarones y sorprende la caminata de más de 7000 migrantes, que contra ola y marea van hacia Estados Unidos, donde serán recibidos ‘amablemente' por la armada gringa.
En nuestro querido país, José Isabel Blandón ganó en las primarias presidenciales del panameñismo con 93 420 votos, lo mismo hizo el FAD con Saúl Méndez con 2560 votos. Ahora estos dos completan las cinco aspiraciones electorales partidistas con Laurentino Cortizo, del PRD con 196 887 votos, Rómulo Roux del CD con 68 129 votos y el Partido Alianza con José Domingo Arias con 4910 votos. Estos candidatos estarán acompañados, si no cambian las cosas en el TE, por Dimitri Flores, Ana Matilde Gómez y Ricardo Lombana, quienes van como candidaturas independientes.
Ahora, vienen las alianzas, porque cada candidato sabe que solo no gana, por lo que todos abren el abanico de consultas y diálogos para tratar de sumar y poder estar aspirando seriamente para la Presidencia. Estos acuerdos o alianzas no tienen que ver en nada con los aspectos ideológicos partidistas de cada candidato; al fin y al cabo los cuatro candidatos tradicionales de Alianza, Panameñista, PRD y CD, más los tres independientes, muestran una clara tendencia ideológica de derecha centro y extrema, por lo que cualquier conversación es factible, ya que la discusión se dará sobre los beneficios que tendrá este o aquel en el Gobierno que viene.
Como esto es de estructura orgánica que trabaja a fondo para las elecciones de mayo/19, es posible que se den sorpresas en las alianzas, por ejemplo, Panameñismo y PRD ya han trabajado juntos, especialmente en la Asamblea Nacional, obviamente siguiendo línea del partido; pero no es sorprendente que el Panameñismo tenga una alianza con CD, tal como se dio en el 2009. Recuerden que en el 2014, CD se va unido al Molirena y el Panameñismo al PP. Siempre el Molirena y el PP son determinantes para cualquier decisión electoral. Aún es posible que estos se partan en dos o tres fracciones, hacer alianzas con todos y ganar de cualquier forma.
Así mismo se da el porvenir del partido Alianza, sabe que a Domingo hay que negociarlo con un candidato presidenciable ganador. Es posible una alianza entre PRD y CD, así ya lo hicieron en las postrimerías del Gobierno actual, en la Asamblea Nacional, PRD sabe que todo Gobierno saliente carga un desgaste político profundo, por lo tanto es mejor aliarse con CD que ya pasó su derrota y ver cómo viene. Partidos como Alianza, Molirena y PP son determinantes en estas elecciones, tienen la experiencia y excelentes directivos que saben negociar y hacer cumplir los compromisos adquiridos. No es lo mismo con los independientes, que sin marcadas diferencias ideológicas con los candidatos de los partidos tradicionales, no son buscados para alianzas, dado que la recolección de firmas no garantiza votos. Pero ahí está el FAD, que con una ideología completamente adversa a los partidos tradicionales, girando hacia una izquierda moderada, sesga cualquier línea aliancista con ellos, incluso con el PRD que en su momento tuvo presencia de corriente izquierdista (tendencia). Por lo que se ventila, si todo sigue igual, darse una alianza PRD-Panameñista, la cual tendrá complacencia gringa y así le dan el golpe final al CD y a Martinelli.
Es posible que Nito no lidere la nómina, más votos atrae Blandón. Este esquema consolida la extrema derecha en el poder por cinco años más, y nos unimos a la corriente política que se bambolea en el continente, fuerzas extremistas de derecha dirigen a los países hacia las bases del neoliberalismo y los enfrenta a sus hermanos regionales, con tal de perpetuarse en el poder junto a los amos del norte.
Hablamos de democracia, simplemente hablamos de ella, hoy arrinconada y secuestrada por Gobiernos personalizados, elitistas y oligárquicos, mira atónita, cómo se le despelleja sin compasión por esos que se hacen llamar ‘democráticos'. La idea es consolidarse en el poder, no importa qué partido gane o pierda, el poder del capital nacional, con beneplácito del internacional, dona y regala mucho para los partidos ganadores, allí está el futuro y allí recuperará sus ‘donaciones' y agrandará sus ya inmensos capitales, durante cinco años más; lo importante es mantener el juego electoral y meter al pueblo en ello, solo así legaliza y oficializa el triunfo del ganador y mantiene la chispa de la esperanza del perdedor, que una vez iniciado el nuevo Gobierno, sale a caminar el país y preparar el terreno para su revancha. Al ganar sus lacayos, entrarán en las planillas gubernamentales y trabajarán en proyectos de infraestructura y servicios; vivirán bien esos cinco años y desde el inicio se están preparando para ganar las próximas elecciones, esa ‘teta' no se puede perder y menos prestarla a desconocidos.
Asimismo, las alianzas o coaliciones con otros partidos, con afinidad o no ideológica, hay que hacerla, si se quiere ganar, no importa si van de la mano, como damas de compañía o fieles lacayos de los poderes económicos / políticos nacionales y si hay que doblar rodillas al secretario general del Gobierno foráneo, pues se hace y punto. Exceptuando al FAD, hoy vemos cómo nuestros partidos tradicionales tienen una función, servirle a los grandes como un engaño, desvirtuando la estructura ‘democrática', para lo que fue concebida.
En fin, somos caribeños, afroantillanos, cholos, chombos, chinos, hindúes, vales, parses, turcos, indios, gringueros y demás, que allí vamos, bailando al son que el destino nos pone, nunca ganamos, siempre perdemos, vamos rápidamente para abajo, aún así, hoy chupamos más, metemos más, somos más pobres, pero crecen las familias y visitamos la Joyita y la Joya frecuentemente; vamos para otras elecciones, hay que ver a quién le sacamos más que al otro, no tengo color político definido y me importa un bledo la política, no soy migrante caminador, soy panameño y aquí me quedo, ya desfilé, me emborraché y dormí la juma, con mis cadenas, en las riberas del Canal.
ECONOMISTA