• 31/12/2021 10:40

La variante 'Ómicron' es contagiosa pero no mortal.

Las razones de la propalación del terror epidemiológico en la población panameña, no tiene motivaciones de salud pública, sino que obedece a otros fines aviesos.

"FIN. Médicos israelíes pronostican que el fin de la pandemia es la variante Ómicron." (Tal Cual, La Prensa

'Lo más seguro es que en el primer trimestre del próximo año, las autoridades internacionales de salud (OMS, OPS) declaren la convivencia epidemiológica'. (A. Saldaña, Bayano Digital)

Entonces:

¿Por qué los Decretos de "encierros" son dictados por gobiernos locales?

¿Por qué el oligopolio mediático realiza la publicidad del MIEDO?

Sencillo. Porque las autoridades del Ministerio de Salud saben perfectamente que la variente Ómicron es más contagiosa que la delta, pero, también conocen ya, que es tan o menos inofensiva que un simple resfriado y que esta nueva ola de contagios no va a comprometer las instalaciones sanitarias.

De manera que las razones de la propalación del terror epidemiológico en la población panameña, no tiene motivaciones de salud pública, sino que obedece a otros fines aviesos.

El primero de ellos, es el de prolongar el "estado de emergencia" y continuar con el despilfarro del erario.

El segundo, constituye un acto de suprema irresponsabilidad gubernamental, esto es, cancelar -en casi todo el Pais- el necesario e impostergable proceso de recuperación económica. (Actividades bailables de fin de año y el desfile de polleras del próximo enero de 2022)

El tercer aspecto real del encierro es el criterio policíaco de seguridad pública, supuestamente, para evitar las riñas y escándalos públicos a causa de la ingesta de licor y desenfreno de las festividades de fin de año y de inicio del próximo.

En pocas palabras, la cúpula de la Fuerza Pública, que no previene el crimen -falta de inteligencia policial- sino que procede de forma reactiva, no quiere que su estatus de confort sea afectado por la muchedumbre de blancos, negros y zambos en jolgorios y "parking", sobre todo, de la gente de la 'piscina marginal'. ¡Así de sencilla es la cosa!

El autor es abogado y analista político.

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