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- 05/01/2016 01:00
Sobre la reproducción y las fuentes de proteínas para las vacas
Unos días antes de morir en La Habana, el gran sabio de la agrostología, o de los pastos, André Voisin, mantuvo un conversatorio con sus interlocutores.
El sabio francés les expresó que en Francia, uno de sus alumnos le consultó lo siguiente... ‘Que tenía 17 vacas y ninguna había entrado en celo'.
El sabio André Voisin le recomendó que le agregara sales de cobre a las sales minerales. Meses después, el alumno le comunicó a su profesor André Voisin, que de las 17 vacas, 15 habían entrado en celo y que estaban preñadas.
Manifestaba el sabio francés André Voisin, que las sales de cobre son esencialísimas, en el proceso de reproducción de las vacas.
Voisin seguía ilustrando que ante el problema de que las vacas no entren en celo, muchos médicos veterinarios proceden a inyectar hormonas.
El sabio francés llamaba a estos médicos Veterinarios……
¡Violadores de vacas!
Enfáticamente, Voisin daba la siguiente recomendación: ‘Las vacas NO deben ser alimentadas con pastos que hayan sido fertilizados con fertilizantes químicos nitrogenados; y mucho menos con urea porque los fertilizantes químicos nitrogenados, en primer lugar la urea, aún a través de los pastos, interfieren en la asimilación y acción de las sales de cobre'.
Sin embargo, el ingeniero en cercas eléctricas y provocador de abortos idiomáticos, Mario Eckchelecu, ahogado en el pragmatismo nos salió con su ‘sal proteinada'.
¿En qué consiste la antifisiológica sal proteinada?
Contra la recomendación de un verdadero Sabio como André Voisin, el ingeniero Eckchelecu recomiendó ¡agregar urea directamente a las sales minerales!
Ante una encuesta, los votos serán de un sólido SI para el francés André Voisin y un rotundo NO al ingeniero Mario Eckchelecu.
Se busca agregar una fuente de proteínas a las raciones, o lo que comen las vacas. Enfatizamos, según las recomendaciones de Voisin ¡No se debe usar urea en la alimentación de las vacas!
Como fuente de proteínas se enfatiza para que sembremos soya. Este énfasis es como pretender que en la extensa Siberia rusa se siembre frijol Vigna o frijol chiricano, con la metodología de la hibernación hibernación, impuesta por Lysenko.
Los cultivos de soya en Panamá serán un fracaso, aunque hagan todos los malabarismos con ‘supuestas variedades adaptadas al trópico' y sofisticadas inyecciones de nitrógeno líquido a los suelos.
¡Señores profetas del sector agropecuario! Existen formas más sencillas y económicas de aportar proteínas a las raciones, o lo que comen las vacas.
1. En asociación de cultivos, siembren maíz con kudzú. El maíz será invadido por los bejucos del kudzú. Conjuntamente, se cortan y se pican el maíz con el kudzú. El maíz será la fuente energética y el kudzú aporta las proteínas.
2. Como rotación de cultivos y para la incorporación de materia verde al suelo, se tiene que sembrar canavalia. Esta planta desarrolla un voluminoso follaje con abundante sistema radicular, fijador de nitrógeno, como leguminosa que es.
3. Cada ganadero debe sembrar muchas hectáreas de guandú. Es muchísimo, pero muchísimo más barato sembrar una hectárea de guandú, que una hectárea de soya. Primero, porque con el guandú no se tiene que preparar el suelo con maquinaria agrícola. Segundo, el control de malezas se hace manual, con machetes. Tercero, la soya es fuertemente atacada por las ‘chinillas', del género Diabrotica. Para su control se tienen que emplear insecticidas. En el guandú es contraproducente usar insecticidas, porque se ahuyentan los ‘abejorros', principales polinizadores de las flores del guandú.
El grano del guandú se cotiza a buenos precios. El guandú se cosecha a mano, dejando una gran cantidad de vainas con granos. El follaje del guandú es muchísimo, pero muchísimo más voluminoso que el de la soya. El follaje, o sean las ramas, hojas y vainas del guandú se convierten así, en una abundante fuente de proteínas para las raciones o lo que comen las vacas.
Escribí este artículo el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. Pero lo que he escrito son puras verdades y no inocentes mariposas.
INGENIERO AGRÓNOMO