Tres quinquenios perdidos

El sector logístico es, en exceso, el segmento de mayor potencial de la economía panameña, según lo han reconocido organismos multilaterales como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Incluso, el CAF llegó a expresar en julio de 2017 que Panamá se encaminaba a “convertirse en la primera nación desarrollada de la región”, impulsada por el hub logístico. De hecho, su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) excede el 30%.

Durante visita al país para participar en Expo Logística Panamá 2018, organizada por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá y Senacyt, el director del Puerto de Rotterdam, René Van Der Plas, coincidió en asignarle un gran potencial a Panamá no solo como hub regional, sino como país exportador de agro productos. “Pero para ello”, observó, “necesita tener una visión y un plan”. Quien así se expresaba tenía la autoridad de manejar la plataforma logística más importante de Europa.

En realidad, Panamá tiene la visión de convertirse en “hub logístico de las Américas”, tanto de carga marítima como aérea. Y cuenta con un plan, la “Estrategia Logística Nacional de Panamá 2030”, adoptada mediante el Decreto Ejecutivo No. 268 de 10 de abril de 2018. Pero la misma no se ha implementado en lo más mínimo, a pesar de que el actual binomio presidencial Laurentino Cortizo y José Gabriel Carrizo se comprometió en su Plan de Acción “Uniendo Fuerzas” a “implementar la Estrategia Logística Nacional 2030”.

Pero no solo eso; el plan de acción en materia logística incluía, entre muchas otras cosas, modernizar la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y el registro panameño de naves, regular y desarrollar el sistema de cabotaje, impulsar la capacitación en carreras marítimas y logísticas, atraer inversión en el sector, y trabajar con la industria en la formación de personal altamente calificado. Todo esto quedó en el olvido a partir de julio de 2019.

Justo es reconocer que, a pesar de que desde antes de la transferencia del Canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, ya Panamá avanzaba planes ambiciosos hacia una estrategia marítima, que nos permitieran aprovechar al máximo las oportunidades que nos abría el dominio de nuestro principal recurso: la posición geográfica. Resultado de esos ejercicios académicos, en 2004 surgió la primera Estrategia Marítima de Panamá, cumpliendo con mandato del Artículo XVII (317) de la Constitución Nacional.

Esa primera estrategia fue actualizada el 18 de septiembre de 2008, mediante Resolución No. 055ª-2008 de la Junta Directiva de la AMP. Y finalmente, en 2018 se aprobó la actual Estrategia (incumplida por el actual gobierno), que propone el reemplazo del negocio basado en el aprovechamiento del tránsito de buques por el Canal, por un modelo dirigido a diversificar actividades agregando valor a la carga, y generando oportunidades logísticas.

Para ser justos, cabe decir que con el actual gobierno son prácticamente tres los lustros perdidos en materia logística, lo que ha permitido a países vecinos aprovechar, más que nosotros, las oportunidades generadas por la ampliación del Canal. Añade gravedad a la pésima gestión del gobierno que termina en julio de 2024 el hecho de que, según cifras oficiales aportadas por el consultor René Quevedo, entre agosto de 2019 y agosto de 2023, el sector logístico perdió 9,791 empleos formales. Cabe observar que esas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) es anterior a los cierres de vías públicas, que tanto afectaron la economía nacional, en especial la logística. Quevedo se atrevió a asegurar que el impacto en la logística “fue severo”.

Como detalle a tomar en cuenta del abandono de que ha sido víctima el sector por el gobierno Cortizo-Carrizo, el consultor advierte que “entre mayo 2022 y agosto 2023, el sector logístico ya venía perdiendo un promedio de 92 empleos mensuales”.

¿Cómo podemos recuperar esta caída del sector? Considero que mayo de 2024 brindará a los panameños la feliz oportunidad de rechazar las falsas promesas de quienes nos han venido engañando por años, para escoger una oferta viable, sin las taras de la vieja clase política. En cuando a recuperar fuentes de empleo, Quevedo considera que “es preciso crear confianza de que invertir en el sector logístico es buen negocio”.

A juicio del experto en recursos humanos, el mercado laboral demanda, entre otras cosas, eliminar trámites burocráticos innecesarios, que crean espacios para la discrecionalidad de los funcionarios y abren espacio a la corrupción. Además, resulta vital sostener la demanda. “En este sentido, la anarquía que vivimos con los recientes cierres de vías impactó fuertemente esa sostenibilidad y las perspectivas de negocio en el sector logístico”, señaló.

En lo personal, tengo un fundado optimismo de que los panameños, al fin, hemos aprendido la lección en materia política. Y que optaremos por un cambio radical de paradigma.

El autor es periodista.