• 07/03/2025 00:00

Todo por otra intervención militar

...la oligarquía financiera, dominando el Poder Ejecutivo, jamás dejará que el capital de la CSS escoja otro camino que no sea hacia sus capitales de inversión.

El capital financiero, que representa la oligarquía financiera que direcciona el poder gubernamental en Panamá, necesita que los 4.800 millones que tiene la CSS y que no pueden ser reinvertidos en su propia estructura, debe seguir en su poder y así ser invertido, nuevamente, en el mercado financiero para que le siga generándole grandes sumas de utilidad.

En todas las reformas que proponen los diputados para el anteproyecto de ley 163, la oligarquía financiera, dominando el Poder Ejecutivo, jamás dejará que el capital de la CSS escoja otro camino que no sea hacia sus capitales de inversión. Lo que implica que si esta propuesta se regulariza y se entrega a la banca estatal y solo se le otorgue a ellos el 10 % del total del capital, generarán un ambiente de crisis social que aun generando una explosión social, podrá convertirse en el escenario para una intervención militar norteamericana, aduciendo problemas de seguridad en Panamá y por ende al Canal, donde la imposición de una nueva administración gubernamental le dará todo el poder al sector financiero para que administre el capital de la CSS y lo invierta donde le dará más utilidades a su gran capital.

Construir un ambiente irregular en el aspecto social y político nacional deberá dinamizar enfrentamientos entre el sector sindical y agrupaciones sociales como los maestros y estudiantes, que exigen regular en funcionamiento de la CSS con directiva moderna y no corrupta que le garantice al pueblo panameño mejor atención en salud a los jubilados y pensionados como normal entrega de medicamentos y atención eficaz y eficiente en cirugías y prevención de enfermedades.

Con todo el esfuerzo que hagan los diputados, no tendrán la capacidad de regular el capital de la CSS, lo que permitirá privatizarla al ponerla en manos de la oligarquía financiera panameña, centrada en el poder gubernamental actual, ya que ellos pertenecen a los designios de esta clase dominante, también incrustada en los partidos políticos tradicionales y nuevos, donde patrocinan campañas electorales y determinan el futuro político de cada una de sus fichas políticas escogidas dentro de su seno clasista o cercano a su poder político y económico.

Planteado su programa de intervención en los designios políticos del país, tal como hicieron en 1989, la oligarquía panameña en asocio con la oligarquía mundial, en caso de no poder hacer los cambios a su favor, estructuran las condiciones necesarias para que EE. UU. intervengan en el país y les garantice su funcionamiento en “paz” y sin crisis; aunque esto implique generar enfrentamientos de la policía con el pueblo panameño, generando muertos y heridos, para ellos necesarios para garantizar la intervención militar gringa y perpetuarse en el poder por muchas décadas venideras.

Enfrentamiento que como siempre el pueblo panameño intervendrá para defender la soberanía nacional, enfrentando las hordas gringas y como siempre sola y desolada por las grandes élites y clase media del país. Es el eterno sacrificio de un pueblo sometido desde siempre por la oligarquía nacional que no depara en sacrificar un pueblo en aras de aumentar sus riquezas, así sea introduciéndolo cada día más en los umbrales de la pobreza y la marginalidad.

La crisis de la CSS genera estas contradicciones, donde el pueblo unido lucha por mejor atención a su salud, a tener mejor servicio en la atención y necesidades médicas, a tener mejor acceso a sus medicamentos, en fin, a ser respetado y valorizado como un ser humano en busca de un mejor bienestar social. Pero estas contradicciones, histórica y permanentes en nuestro país, seguirán latentes en el desarrollo de la nación, siempre y cuando el capital de la CSS siempre esté en manos de la oligarquía nacional, así siempre hagan falta los medicamentos y se haga inaccesible el uso de la jubilación/pensión para esta y futuras generaciones.

Hay que felicitar a las organizaciones sindicales y asociaciones que saben a qué se enfrentan, saben esperar el momento necesario para enfrentar esta clase oligárquica que solo quiere agrandar su ya inmenso capital, que para ello trata de incluir al pueblo panameño en soberanía y patriotismo, que en su momento se dará esta lucha, como se dio en 1989, pero sin esperar a los ricos del país en los enfrentamientos militar con los gringos ahora envalentonados con un Trump belicoso y amedrentador.

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