• 02/12/2014 01:00

Basura: problema de Salud Pública

Tomando las decisiones adecuadas en la parte de educación e ingeniería sanitaria, se facilita la toma de decisión política

Por mucho tiempo el problema de la basura a nivel nacional ha sido enfocado como un problema político, lo cual no deja de ser verdad, pero también es un problema técnico. Siendo un problema de educación y salud pública, pasa del ámbito político que solo tiene que ver con la toma de decisiones adecuadas, a un problema técnico de educación e ingeniería sanitaria.

Tomando las decisiones adecuadas en la parte de educación e ingeniería sanitaria, se facilita la toma de decisión política.

Dentro de las basuras, la más importante y más voluminosa es la basura domiciliaria, la cual nos ocupa en este artículo, aunque existen basuras como la hospitalaria y otras, que deben ser tratadas con especialidad, con un incinerador de dos etapas que evite la emisión de gases tóxicos.

Las basuras domiciliarias tienen varios componentes: metales, piedras, vidrios, cartones y papel, plásticos, y la basura orgánica. Debemos tener conciencia que todos estos componentes, a pesar de ser residuos, son dinero. Eso es fundamental para quien se dedique a la parte educativa. La forma de recuperar ese dinero es a través del reciclaje. Ahora bien, ¡se ha hablado de que se debe separar la basura! No hemos conseguido aún que no la tiren en la calle, mucho menos conseguiremos que la separen a corto o a mediano plazo.

Una de las formas de acabar con el ‘entierro de dinero’, que son los rellenos sanitarios o, por lo menos, minimizarlos, es el reciclaje igualmente. En otros países de iguales costumbres e idiosincrasia que Panamá, existen plantas de reciclaje, tratamiento y disposición final. Incluso, para municipios pobres, funcionan sin camiones compactadores costosos a través de volquetes con vagones verticalmente aumentados.

El sistema sencillo comienza con la llegada del camión a la chuta, donde deposita la basura en bolsas o sueltas. Estas bolsas son desgarradas por uñas mecánicas seguidas de cernidor y electroimán. Luego de la separación de vidrio, piedra y metales, el residuo cae en una correa sin fin, donde manualmente se separan papeles y plásticos reusables. Los propios pepenadores del exrelleno sanitario son los que, vestidos y protegidos propiamente, se encargan de la separación. Al final de la correa lo que queda es materia orgánica que se lleva a hornos de cocido y al final lo que produce es correctivo de suelos. Habría que investigar si aún hay plantas interesadas en estos productos reciclados, y si no, incentivar a que vuelvan. Esto funciona y la planta casi se paga sola. Lo que no se paga es la recolección. Ni aquí ni en China. Hay otros sistemas, pero este es, en mi concepto, el más realista.

En el país de los subsidios, pudiera ser que una Autoridad de Aseo Nacional, que administre y apoye (técnica y financieramente) a los municipios en la recolección, acopio, transporte y tratamiento de los residuos sólidos, pudiera funcionar, siempre y cuando solo sea administrativa. Vale la pena enfocar el problema como de salud pública. Así se le dará la importancia que merece.

Sobre la educación solo puedo decir que hay que comenzar desde abajo, de los niños, de las escuelas y por ahí, al mismo tiempo, campañas como se han hecho con otros problemas como no fumar, el cinturón de seguridad y otros.

*INGENIERO CIVIL.

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