• 02/04/2023 00:00

Resurgimiento del MARTA

“En la actualidad avanzan los trabajos de restauración del MARTA, pero se necesita la formulación y ejecución de un plan de trabajo a largo plazo con todos los factores alrededor de este museo [...]”

Alguna vez en nuestras vidas hemos tenido la oportunidad de pasar por la histórica y legendaria plaza 5 de Mayo, sitio emblemático de luchas sociales, históricas y acontecimientos políticos de la historia panameña. Allí se ubica el principal museo antropológico de Panamá. Abrió sus puertas al público en 1976 como Museo del Hombre Panameño.

Mediante Ley N.° 7 de 1983 se le dio el nombre de la antropóloga panameña Reina Torres de Araúz, su principal gestora y fundadora. Está ubicado en el edificio de la antigua estación terminal del ferrocarril transístmico, construido entre los años 1912 y 1913.

Según el Consejo Internacional de Museos (ICOM) el término museo se define como una institución permanente sin ánimo de lucro al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, transmite y expone el patrimonio tangible e intangible de la humanidad y su entorno con fines de educación, estudio y disfrute.

Con creciente entusiasmo se recibió la noticia de la puesta en marcha de la restauración del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz (MARTA). Este lugar ha estado cerrado por más de una década y allí ha predominado el abandono, falta de interés de las autoridades y ausencia de una cultura de mantenimiento, como muchas de las cosas en este país. A su vez, se sufre de la decadente gestión patrimonial que garantice la preservación y custodia de piezas arqueológicas de la nación.

Lo establecido por la ley N.° 17 del 20 de abril del 2017, conforma su patronato, integrado por el ministro de Cultura (MiCULTURA), el administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), el alcalde del distrito capital, el titular del Consejo Internacional de Museos y cinco miembros benefactores.

Esto representa un valor de suma importancia, ya que no se cuenta con una política de educación, difusión, mantenimiento e investigación de nuestros museos con excepción del Biomuseo, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo del Canal y el Museo de la Plaza Mayor de Panamá Viejo.

En la actualidad avanzan los trabajos de restauración del MARTA, pero se necesita la formulación y ejecución de un plan de trabajo a largo plazo con todos los factores alrededor de este museo: seguridad, mejoras de infraestructura (luz, calles en buen estado, manejo de los desechos, soterramiento de cables), ordenamiento de microemprendedores, traslado de parada improvisada de buses de transporte.

Son parte de las adecuaciones que se necesitan realizar; esto amerita una acción rápida y la articulación de todas las instancias involucradas para hacer del MARTA un verdadero producto cultural con las características de los mejores museos del mundo.

También es necesario sensibilizar a estudiantes, vecinos, comerciantes, la academia y la comunidad en general para que conozcan lo que este espacio representa para los panameños y cómo incide de manera directa en indirecta en sus vidas.

Los museos tienen la gran responsabilidad de salvaguardar el testimonio de la humanidad y su desarrollo; son parte de la identidad cultural de una nación. Cumplen con esa misión de servir a la sociedad a través de la preservación del patrimonio cultural y natural y de la formación, en consecuencia, son instituciones de educación no formal.

Esperamos que el MARTA sintonice con la corriente mundial y se una a la tendencia de la innovación, que tome un rol protagónico en la generación de agentes de cambio social y desarrollo. Estoy seguro de que, si logramos estos cambios que se requieren, nuestras instituciones se volverán relevantes para la ciudadanía.

Sin una oferta atractiva, si no cumplimos responsablemente nuestro rol, nunca podremos alcanzar la posición que nos corresponde como instituciones al servicio de la sociedad y de su bienestar. Aspiro a que la ciudadanía adquiera conciencia sobre la importancia de los museos como entes de desarrollo y guardianes de nuestra identidad cultural. El MARTA no puede cerrar sus puertas nunca más.

Educador y promotor social.
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