Quién responde a Panamá ahora

Dedico este artículo a la memoria del amigo y colega Ramón Fonseca Mora quien su tristeza por la Persecución y traiciones a su persona y al País que tanto amó contribuyeron a su muerte.

Ante el justo fallo en el caso Panama Papers que destruyó una exitosa firma multinacional de abogados, Mossack & Fonseca, dejando sin trabajo a 600 colaboradores y destruyendo vidas y la imagen del país como el centro más exitoso y antiguo de servicios internacionales; vale hacer unas reflexiones.

Organismos internacionales y estados, como GAFI, OCDE y la Unión Europea se trazaron como objetivo destruir nuestros servicios internacionales de estructuras jurídicas, registro marítimo y banca para mudarlos a jurisdicciones de su agrado;y es que el capitalismo global requiere de estos servicios que reflejan la necesaria competitividad fiscal internacional.

La excusa perfecta de combatir el terrorismo, proliferación de armas de destrucción masiva, el narcotráfico y lavado de dinero como su apéndice, oculta el verdadero propósito de huida de capitales ante estados de bienestar social incosteables y otros adicionalmente con problemas monetarios y de seguridad nacional que encuentran como solución aumentar exageradamente cargas impositivas.

Panamá en su afán de cooperar y evitar el chantaje financiero de listas discriminatorias, compró sin chistar todas las recetas para destruirnos, dando incluso más de lo solicitado como la materia de asientos contables que deben tener los abogados.

En este desmedido afán de entregar los intereses nacionales participaron y participan, con las correspondientes responsabilidades por atentar contra la economía del país presidentes, ministros, funcionarios, asesores locales y extranjeros, fiscales, jueces y un medio de comunicación conocido por crear y celebrar los Panama Papers quienes trabajaron y trabajan para intereses distintos al nacional.

Hemos cumplido de sobra con la comunidad internacional, pero sépase que no entregaremos nuestra territorialidad fiscal que es lo que en último término buscan.

El lavado masivo se dá en bancos europeos y de otros paises con escasas consecuencias penales, no en Panamá.

Afortunadamente tenemos un presidente que superando la mediocridad y servilismo de los dos anteriores, está dispuesto a defender los intereses de Panamá.