• 11/06/2024 00:00

Que el espíritu de Omar ayude al PRD a encontrar el camino

En esta crisis recordamos a viejos patriarcas del partido desaparecido como Ricaurte Soler, Rigoberto Paredes, Gerardo González [...] y al líder indiscutible, el general Omar Torrijos Herrera

Desde que Cristo inició su recorrido practicando el evangelio, fue traicionado por judas y los fariseos, hombres hipócritas y los saduceos eran materialista y buscaban el poder terrenal.

En esta época ha variado, el hipócrita siempre hará pensar que está a tu lado y hasta llora contigo, pero cuando pierdes, lo ves cobrando porque apuesta en tu contra. Puedo seguir haciendo estas reflexiones, pero quiero referirme a la lamentable y escabrosa situación de cómo perdió el PRD. Precisamente por la traición de aquellos candidatos que pregonaban la frase histórica y traidora: “voten por mí y por presidente a quien ustedes decidan”.

Hicieron lo propio, esta acción es condenable y perniciosa. Acampanaban al candidato Carrizo, lo hacían saltar y bailar para confundirlo y crear confianza, pero más de medio millón del colectivo, decidieron por los candidatos Torrijos y Mulino, quienes no son culpables porque en la política no hay ética, hay inmoralidad y oportunismo lamentablemente. Hay falta de cultura política, la mayoría del pueblo no lo entiende porque son rehenes cada cinco años de ese perverso vicio y la mayoría de las masas indecisas o silenciosas votan bajo el concepto “¿qué hay para mí?”.

Recuerdo que cuando Carrizo aseguró en una de sus caminatas que el viento estaba a su favor, posiblemente tenía la convicción que podía ganar basándose quizás en la robusta membresía del partido, pero lo que nunca se imaginó fue que el viento se convertiría en un huracán de traición, maledicencia y badulaquerías. No existió la magnanimidad del ser humano que debe ser fiel a sus principios, que se basa en la filosofía del ser y el actuar, que son reglas y códigos que hay que cumplir.

Estamos observando cómo la camarilla de algunos viejos fósiles que desgraciadamente constituyen el CEN, quieren mantenerse en esas privilegiadas posiciones. Si de verdad tienen decoro y solvencia moral, deben renunciar y darle paso al relevo generacional. Como decía chuchú Martínez, una cosa es “torrijismo” y otra cosa es “torrijeros”. Desconocen esta filosofía porque sin temor a equívoco no son fundadores, más bien “arrimadores”.

Estos carcamales han construido una sólida muralla para impedir el ingreso de nuevas figuras, de jóvenes y adultos decentes con capacidad, talento y experiencia para lograr edificar un partido histórico que ya no es ideológico, no tiene doctrina y no es socialdemócrata

La falta de seminarios y capacitación en el PRD ha permitido que un gran sector de jóvenes en el país se hayan empoderado. Lo demostraron en las calles con el rechazo a la minería, acción que permitió que esta juventud se constituyera en la bancada más grande en la futura asamblea, lógicamente llenaran el vacío de una juventud PRD, que no ha sido valorada en su justa dimensión, ya que únicamente son útil para cumplir el papel de activista.

En los próximos cinco años, sin temor a equívocos veremos una bancada PRD, entregándose al próximo gobernante para garantizar la gobernabilidad, pero a cambio de prebendas y algunos negociarán para no ir a la cárcel por malos manejos o conductas inapropiadas.

Tampoco hay cabidas para aquellos infieles que dejaron el partido para respaldar candidatos de otras toldas políticas. No tienen moral para dirigir los destinos del colectivo, ya que su interés es la codicia y la piñata que representan los subsidios electorales. Definitivamente que la vergüenza, el oportunismo y la ambición no tienen rostro.

El PRD, quedó en un sexto y deshonroso lugar, el Consejo Directivo Nacional se reunió recientemente, hablaron de traiciones y de división de votos, pero no hablaron de renovación o sea el status- quo.

Se conforman porque sacaron más votos para representantes y alcaldes que otros colectivos, pero no evaluaron que las bases hablaron claro, lo que hace la necesidad de un cambio estructural, como decía el filósofo Nicolás Maqueavelo: “ El fin justifica los medios”, que significa hacer lo que sea necesario para lograr un objetivo; en este caso, la cúpula del PRD se quiere mantener a toda costa en el poder.

En esta crisis recordamos a viejos patriarcas del partido desaparecido como Ricaurte Soler, Rigoberto Paredes, Gerardo González, Rómulo Escobar Bethancourt, Ascanio Villalaz, Materno Vásquez y al líder indiscutible, el general Omar Torrijos Herrera. Rubén de León como secretario general y vocero del partido, debe convocar una reunión del CEN, para hacer un balance de lo que ocurrió en las elecciones, lo ideal sería nombrar un CEN transitorio para programar la escogencia de uno nuevo. Tan sencillo como eso.

El autor es docente, escritor, investigador y periodista
Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones