• 29/04/2021 00:00

Planificación en una economía de mercado

“Con la planificación se organiza y disciplina al sector público y su presupuesto, para orientar al gasto público hacia las necesidades reales del país en infraestructura social y física, y hacia la integración nacional.

Recientemente, se habla o escribe frecuentemente de que hay que volver a planificar la economía. Comparto aquí conceptos de planificación en una economía de mercado para precisar cuándo y cómo es deseable la combinación.

Definiciones:

La planificación, toma en cuenta dónde estamos, hacia dónde queremos ir y cómo hacerlo, tomando en cuenta los recursos disponibles y las oportunidades reales del país. Se define el concepto como el sistema PPPS, o sea planificar, programar, presupuestar recursos para lograr el objetivo. Se basa en ser un sector público facilitador.

La economía de mercado es abierta hacia dentro y hacia fuera, permitiendo que los precios que resulten de la oferta y demanda de bienes y servicios asignen los recursos disponibles. También permitiendo la libre entrada de empresas a competir en cada sector

Se guía mediante políticas públicas que orienten a los inversionistas y productores hacia las oportunidades más rentables para cada cual. La competencia sin monopolios se basa entonces en una economía abierta al mercado con bajos niveles de protección.

Entonces tenemos la planificación que se aplica a la asignación de los recursos públicos a los diferentes sectores (educación, salud, seguridad, agricultura, turismo, micro proyectos de comunidades, etc.), tomando en cuenta en lo macro la capacidad de endeudamiento del Estado y en lo micro las necesidades de servicios públicos de cada sector. Y las políticas públicas que guíen a cada sector privado hacia sus mejores oportunidades. Además, desde luego, está el sistema de reglas que el sector público aplica a la actividad privada para guiarla y mantenerla competitiva.

La planificación mejor es la que toma en cuenta una estrategia de mediano plazo sobre dónde están las oportunidades reales del país, y las analiza para determinar las necesidades de inversión y servicios públicos que a su vez faciliten oportunidades para la actividad privada. Por ejemplo, carreteras y caminos de penetración, agua potable, electricidad, telecomunicaciones y seguridad. La rentabilidad social de la infraestructura debe guiar la inversión y servicios públicos.

Las políticas públicas orientan el sector privado y a las empresas, hacia sus mejores oportunidades con base a la rentabilidad privada que motivan las inversiones y producciones privadas para beneficio del productor y en su conjunto agreguen valor al producto nacional.

La combinación de la planificación que influye en las decisiones y políticas públicas que orientan a la actividad privada nos brindan una acción complementaria que con frecuencia se llama Administración por objetivos (MBO, sus siglas en inglés).

Otros factores entran en la ecuación; un Gobierno dura cinco años después de elegido y le corresponde organizar su planificación y políticas públicas para su periodo. Lo óptimo es que haya cierto grado de consistencia en la visión y estrategia a seguir a mediano plazo. Eso resulta de un diálogo permanente público-privado para crear consensos sobre parámetros de gobernabilidad.

Vayamos a realidades concretas. La posición geográfica y la conectividad marítima, aérea, de telecomunicaciones, financieras y comerciales regionales, que resultan de su aprovechamiento, han demostrado que la logística ofrece las mejores oportunidades del país.

Por otro lado, el tamaño del mercado local, cuatro millones de habitantes (que cabe en una esquina de México, D. F.) hace necesario que este sea un país exportador de servicios; y su ventaja competitiva para poder importar lo que aquí no se puede producir. Y en efecto ya lo es, un país tipo Singapur.

Exportamos canal, puertos, zona libre, telecomunicaciones, banca y servicios financieros, todo lo cual genera empleos y un efecto multiplicador en la economía local. También ha atraído a 165 multinacionales de todas partes a ubicar aquí sus oficinas regionales, invirtiendo y generando empleos. Otros ejemplos de aprovechamiento de la conectividad logística de Panamá son Panamá - Pacífico y la Ciudad del Saber.

Desde luego, Panamá exporta también bienes agropecuarios y ahora cobre de Petaquilla, productos del mar y madera. Esa diversificación es saludable, porque distribuye el riesgo y las oportunidades; pero el 83 % de la economía es de servicio y el 90 % de sus exportaciones son servicios.

Esas realidades nos traen de vuelta a la planificación y a las políticas públicas.

Con la planificación se organiza y disciplina al sector público y su presupuesto, para orientar al gasto público hacia las necesidades reales del país en infraestructura social y física, y hacia la integración nacional. Es mejor cuando se guía por una visión de sus factores realizables.

Con las políticas públicas se orienta al sector privado a aprovechar las oportunidades reales del país, en cada sector y en general para generar ingresos y empleos y para mejorar la productividad de los recursos como base de la competitividad nacional.

Las políticas públicas, basadas en un diálogo público - privado permanente, alineados ambos por una planificación con visión de futuro, ofrecen la mejor gobernabilidad posible.

En última instancia se fortalece el Estado como Nación y se mejora el nivel de vida de la población mediante el empleo bien remunerado.

También contribuye a equilibrar intereses políticos de diferentes sectores, regiones y grupos humanos organizados. Fortalece las instituciones de la democracia y la libertad individual.

La democracia y la economía complementadas para mejorar el nivel de vida de la población y por ende al Estado en la comunidad internacional.

Economista, ex presidente de la República.
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