• 12/05/2024 14:22

Panamá rumbo al primer mundo... y prosperidad para todos

El electorado se volcó a las urnas en una forma masiva y cívica, durante una jornada que, salvo incidentes aislados, se caracterizó por el orden

¿Les parece que el título de este artículo es exagerado, o ambicioso? No lo creo. Lo sucedido en la elección general, el domingo 5 de mayo, podría marcar un antes y un después en la historia sociopolítica y económica de este país; construyendo sobre nuestras grandes ventajas comparativas y competitivas.

José Raúl Mulino venció en mi opinión por varias razones, entre ellas:

1.- Al haber recibido un alto porcentaje del caudal político que mantenía el ex presidente Martinelli; 2.- Pudo captar el voto a favor, por parte de quienes clamaban a gritos por un cambio; 3.- Quizá por su larga trayectoria de servicio, desde su presidencia de la APEDE, líder de la otrora Cruzada Civilista Nacional; vice canciller en los tiempos del recordado Dr. Julio Linares, canciller luego del deceso de ese gran patriota, y ministro de seguridad. Pero también, y esto es muy relevante: 4.- Por ser considerado una persona con decisión y carácter, muchos le favorecieron como el más apto para establecer orden.

La patraña que se pretendió perpetrar, vía la presión de fuerzas antidemocráticas, para que la Corte Suprema de Justicia considerase inconstitucional su candidatura, es algo que jamás deberá repetirse. No me arrepiento un segundo el haber formado parte del grupo de 6 ciudadanos quienes alertamos mediante una nota a la OEA, nota que un servidor remitió directamente a su secretario general; no solamente para salvaguardar nuestra institucionalidad democrática en función de normativa internacional de derechos humanos y el principio de democracia, que forma parte de nuestro ordenamiento jurídico sino, muy importante, como apoyo a nuestra Corte ante tal presión. Discrepo en ciertos aspectos con la parte motiva del fallo, pues entró la Corte a interpretar temas legales, no constitucionales, en materia electoral, cuya interpretación por mandato constitucional es privativa del Tribunal Electoral; pero la parte resolutiva del fallo fue certera. Por supuesto que la candidatura de Mulino no era inconstitucional.

El electorado se volcó a las urnas en una forma masiva y cívica, durante una jornada que, salvo incidentes aislados, se caracterizó por el orden y transparencia; favoreciendo mayoritariamente a Mulino.

Felicitamos al ya proclamado nuevo presidente, quien en menos de dos meses será el presidente de todos los panameños; felicitamos a candidatos quienes enseguida reconocieron con hidalguía el triunfo del vencedor; al Tribunal Electoral por la eficiente organización de los comicios, resultado de lo cual como en años anteriores temprano en la noche ya conocimos la voluntad del electorado en cuanto a la boleta presidencial; a la Junta Nacional de Escrutinio, por la transparencia en el escrutinio de las actas; y, sobre todo, felicito a los ciudadanos quienes desde temprano salieron a votar, con una participación mayor al 77% del electorado.

Los tiempos han cambiado; sobre todo ante el histórico y extraordinario logro de los diputados independientes Juan Diego Vásquez y Gabriel Silva, y Coalición VAMOS, significando 20 escaños en el Órgano Legislativo, que a partir de julio estarán siendo ocupados por jóvenes independientes con intenciones sanas, algo fundamental en el órgano del Estado donde se ha concentrado el flagelo de la corrupción. El cambio positivo también se hará realidad luego de la elección de nuevos alcaldes en Panamá, Colón y San Miguelito, entre otros puestos de elección popular a nivel nacional.

La bancada independiente será la mayor en la asamblea. La principal fuerza opositora a partir de julio estará liderada por Coalición VAMOS y dicha bancada mayoritaria. Se ha establecido una nueva forma de hacer política, los jóvenes han dado una enorme muestra de civismo, compromiso y patriotismo.

Con más del 34% de los votos depositados y escrutados a favor de Mulino, compitiendo entre otros siete candidatos, no hay duda sobre la legitimidad de su mandato; y ha hecho él muy bien en anunciar su voluntad de convocar a los distintos sectores e incluso a adversarios, en búsqueda de la unidad y, añado yo, en pro de la necesaria gobernabilidad.

Un presidente con carácter, conocimiento, capacidad y experiencia, dispuesto y comprometido según lo ha anunciado con implantar el orden y combatir la corrupción; facilitar el diálogo, concertación y el buen gobierno, y con el mejor equipo de trabajo que pueda reunir; lo anterior, contando con un contrapeso político sano, liderado por Coalición VAMOS, que cuestione en forma constructiva y propositiva, pero al mismo tiempo apoye todo lo bueno para el país; y una nación noble, resiliente e industriosa; esos tres elementos son la receta para convertirnos, en el tiempo, en el Singapur o el Dubái de las Américas, en Democracia; con prosperidad para todos y paz social.

El autor fue presidente de la APEDE, y actualmente preside la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, y el Consejo Directivo Internacional del Pilar de Sociedad Civil de la Comunidad de las Democracias

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