• 31/07/2022 00:00

Panamá se encuentra en un “callejón sin salida”

Lamentablemente, Panamá se encuentra en un “callejón sin salida”. Los protagonistas de este drama de nuestro país son: el gobierno, el Suntracs, los maestros y los indígenas (los diputados, que tienen una amplia mayoría los miembros del PRD, han cometido toda clase de despilfarros con el dinero que les suministran el órgano ejecutivo; por lo tanto, no son responsables directos de la situación actual).

Lamentablemente, Panamá se encuentra en un “callejón sin salida”. Los protagonistas de este drama de nuestro país son: el gobierno, el Suntracs, los maestros y los indígenas (los diputados, que tienen una amplia mayoría los miembros del PRD, han cometido toda clase de despilfarros con el dinero que les suministran el órgano ejecutivo; por lo tanto, no son responsables directos de la situación actual).

El gobierno tiene gran culpa de lo que está sucediendo. No ha podido ejercer su liderazgo por sus excesos de incapacidad y falta de credibilidad. El PRD se ha dividido, y los comunistas, que son una gran minoría, están dirigidos, aparentemente, por un conspicuo dirigente de ese partido que está en Veraguas (¿será que recibe de Venezuela dinero para financiar sus actividades?). Apatía muestran muchos (la gran mayoría de los no comunistas). Gran parte de ellos, guardan silencio sobre las cosas que están pasando en el país.

El Suntracs, por su lado, busca en el caos; beneficios que ellos saben muy bien que la gran mayoría de los panameños, son anticomunistas y están contra ellos.

Los comunistas, que son muy pocos, se están INTRODUCIENDO en los distintos gremios.

Los eternos dirigentes del Suntracs, se parecen a Putín. Él logra sus ingresos avasallando a sus súbditos y los nuestros obtienen sus cuantiosos recursos del sudor de sus obreros.

El Suntracs, en su organización tiene, en distintos sitios estratégicos del país unos 20 dirigentes, bien remunerados, para que dirijan a los obreros para que los hagan gritar y mantengan los tranques en los cierres de calles y avenidas. Una gran mayoría de los panameños ve al Suntracs como símbolo de violencia y comunismo.

Los maestros, sin razón alguna, carentes del espíritu que deben tener los educadores, quieren seguir obteniendo dinero sin trabajar. Este grupo de maestros se ven con los rostros sonreídos en las protestas, bailando y gritando consignas; cuando llueve, cargando paraguas, pero se sienten felices por no trabajar. No calculan el daño generacional que están haciendo. Una vergüenza. Los estudiantes, al parecer, no cuentan para ellos.

Los indígenas (alguien tiene que darles dinero para sus actividades. No hacen nada gratis). Aunque representan menos del 7% de la población panameña, buscan mayores privilegios de los que hoy en día tienen. Los indígenas, cuando se sienten golpeados, en alguna forma, se refugian rápidamente en sus montañas. Regresarán, cuando lo amerite la ocasión, como lo han hecho varias veces en el pasado.

Nuestro país, ante el panorama sombrío que se enfrenta hoy día, se encuentra en “un callejón sin salida”. No existe un líder que lleve a cabo los cambios que el país requiere dentro del sistema democrático. Esos dirigentes políticos de izquierda, elogian, cada vez que pueden, a los gobiernos marxistas de Venezuela y Cuba.

Uno de los eternos dirigentes del Suntracs, que está sentado en la “mesa de negociación”, solo sale de su boca odio. El Suntracs es un símbolo de violencia y el país quiere Paz. Que Dios nos ayude una vez más.

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