• 18/05/2023 00:00

Panamá: hacia una economía carbono neutral

“La transición hacia una economía carbono neutral no es una tarea fácil, pero es una inversión en el futuro de Panamá”

En un mundo cada vez más presionado por el cambio climático y la importancia de las energías renovables, Panamá tiene una oportunidad única de acelerar su transición energética, fortalecer su economía y sentar las bases para un futuro sostenible. La creciente incertidumbre en los precios del petróleo debido a conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania, subraya la urgencia de fomentar inversiones en fuentes de energía limpias y sostenibles.

De hecho, el estallido social que vivió Panamá en julio pasado tuvo como detonante los efectos profundos de los altos precios de los combustibles y sus derivados en la economía nacional.

Como se ve, Panamá, al igual que el resto del mundo, está experimentando las consecuencias del cambio climático. Sin embargo, también posee una abundancia de recursos renovables: sol, viento, agua y biomasa. La transición hacia una economía carbono neutral no es solo una opción viable, sino una necesidad imperante.

El camino hacia una economía carbono neutral implica la implementación de medidas que fomenten el uso de energías limpias y la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este proceso tiene el potencial de impulsar el crecimiento económico creando empleos, aumentando la competitividad y mejorando la calidad de vida de la población.

Un estudio reciente de la Organización Internacional de Energías Renovables (Irena) reveló que Panamá tiene un potencial significativo para desarrollar energías renovables, lo que podría contribuir al objetivo global de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados. Además, la diversificación de la matriz energética del país reducirá su dependencia del petróleo y, por ende, su vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios en el mercado internacional.

La transición energética también puede atraer nuevas inversiones al país. Las empresas están cada vez más interesadas en invertir en proyectos que contribuyan a la sostenibilidad y a la lucha contra el cambio climático. Solo hace unas semanas, nueve de las principales economías europeas acordaron en Bélgica aumentar la generación de energía eólica en el mar del Norte, impulsadas por las consecuencias de la guerra de Ucrania y la presión en favor de las energías renovables.

Panamá, con su ubicación estratégica y abundantes recursos naturales, tiene el potencial de convertirse en un líder regional en energías renovables.

Por otro lado, la transición energética no solo tiene beneficios económicos y ambientales, sino también sociales. La energía limpia y asequible puede mejorar la calidad de vida de los panameños, especialmente de aquellos que viven en áreas rurales o aisladas, que a menudo tienen un acceso limitado a los servicios de energía.

El Gobierno de Panamá tiene un papel crucial en la promoción de la transición energética. De hecho, la Secretaría Nacional de Energía ha venido insistiendo en la vía correcta de acelerar las medidas hacia la Agenda de Transición Energética.

Estas políticas públicas apoyarán la inversión en energías renovables, la eficiencia energética y la investigación y desarrollo en tecnologías limpias. Es necesario también establecer objetivos claros y medibles para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La transición hacia una economía carbono neutral no es una tarea fácil, pero es una inversión en el futuro de Panamá. Frente a la incertidumbre de los precios del petróleo y la amenaza del cambio climático, es el momento de actuar para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.

Ex vicepresidente de Operaciones del Canal de Panamá.

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