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- 09/11/2022 00:00
Negociación para definir el clima global
Los representantes de los países (partes) se han reunido desde el 7 de noviembre en Sharm el-Sheikh, Egipto, con la finalidad de discutir sobre objetivos relacionados con el cambio climático. Procurarán ajustar las agendas y crear una forma de medir las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, evitar que el promedio de las temperaturas exceda de 1.5 grados Celsius, como lo consigna el Acuerdo de París desde 2015.
Esta reunión cumbre o conferencia de las partes (COP27) tiene como finalidad, además, estudiar un factor muy importante, que resulta que, a pesar de haberse hecho inversiones y, circulado fondos para el desarrollo de programas, los resultados demuestran que los métodos utilizados no son tan eficientes. Esto se confirma cuando en los países en desarrollo no se ha alcanzado a disminuir la vulnerabilidad ante contingencias y siniestros naturales.
En las notas de prensa, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha planteado que, este año, las discusiones se centrarán en la crisis energética global surgida de la guerra entre Ucrania y Rusia, la cual afecta el flujo de materia prima (gas natural y petróleo, entre otros) para la producción de fuentes de energía y que se demostrará que “el mundo no está haciendo lo suficiente para abordar las emisiones de carbono, bajo los términos del Acuerdo de París”.
Este balance preocupa, sobre todo porque los estudios resaltan que solo una veintena de naciones que asisten a este encuentro mundial ha cumplido con las metas establecidas. De allí que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático haya considerado de primordial importancia esta reunión cumbre.
Uno de los fundamentos básicos para la discusión, lo constituye el informe del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que ha coincidido con el pronóstico de la ciencia en que “… de no revertir el calentamiento global los efectos serán catastróficos”. Además, sustenta en “que de no tomar acción inmediata... las consecuencias para la especie humana, y el resto de la vida que habita el planeta serán devastadoras”.
Aunque el Acuerdo de París haya consignado como objetivo la no subida de la temperatura promedio más allá del 1.5 grados, el principal escollo es la contradicción con los esquemas de trabajo y las actividades que desarrollan los grandes inversionistas y proyectos de los países industrializados. Muchos, en lugar de adecuarse a la norma, han financiado proyectos en países en desarrollo, sin hacer cambios en sus propios procedimientos y fines.
Habría que considerar si a esta altura, siete años después de adoptado el nuevo plan, el conjunto de los países en vías de desarrollo ha avanzado en sus planes de adecuación y consolidado políticas para prevenir los efectos del cambio climático. Definir igualmente, ¿cómo avanzan los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que impulsa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)?
Ha sido un problema complejo incluir la gestión para disminuir los impactos del cambio climático en los programas nacionales de desarrollo y que diversas instituciones adquieran un enfoque técnico orientado hacia este propósito: la industria, la agricultura, el comercio requieren adquirir ese rasgo. Pero también, implica tareas sobre los hábitos de consumo y acciones concretas para evitar la contaminación por desechos.
Uno de los problemas surgidos es la transformación a esquemas aplicados y la instauración de la economía circular y los negocios verdes. Es una oportunidad de involucrar a diferentes sectores que hasta el momento no han estado presentes en estas actividades productivas para que puedan insertarse en los mercados. En Panamá existen buenos ejemplos con la producción cafetalera que ha sumado actores y se dirige a la sostenibilidad.
La COP27 es una buena oportunidad para una discusión seria, coherente y que marque diferencias en la lucha contra el cambio climático y el futuro humano.