• 14/08/2024 00:00

Monumentos universitarios en riesgo

[...] hay que considerar que todos los mensajes, textos, imágenes, grabados, instalaciones y esculturas que están ubicados en el recinto universitario corresponden a su haber institucional

Un grupo universitario ha asumido el liderazgo estudiantil en la Facultad de Economía en la Universidad de Panamá y como una de sus primeras actividades arremetió con algunas de las manifestaciones existentes en las paredes y símbolos que reflejaran ideas diferentes a las que profesan estos dirigentes. En un acto muy publicitado, los estudiantes blandieron brochas, pinturas blancas y aquello cuanto les sirviera a sus propósitos de borrar todo rastro contrario.

Esta acción, que podría interpretarse como un gesto ideológico pasajero, habría que considerarla en su justa dimensión. Pero para tal efecto es necesario hacer un balance de lo que significa la universidad, cuáles son sus valores y qué papel corresponde a cada una de las generaciones que recorren sus pasillos, sus aulas y concurren a intramuros en busca del conocimiento y una preparación para ser profesionales que cambien la realidad.

En primer lugar, hay que considerar que todos los mensajes, textos, imágenes, grabados, instalaciones y esculturas que están ubicados en el recinto universitario corresponden a su haber institucional. Con toda seguridad que cada uno de ellos tiene un propósito, una historia y representa el sentir de todo el colectivo que allí ha concurrido para el desarrollo y consolidación de diferentes carreras que se ofrecen.

Estos hechos y prácticas suelen crear malos hábitos y tener repercusiones: la falta de tolerancia en un lugar donde nadie es eterno y cada uno debe procurar dejar un sello que profundice el espíritu del alma mater. Lo peor es que se establece el concepto de que lo que no se corresponde con mi convicción, debe ser demolido. Y tal decisión implicará no fortalecer lo creativo, sino lo destructivo.

Hay experiencias similares en el país. Se debe recordar la quema de libros que promovió una dirigente política y a la que se anexaron profesores que adversaban la Reforma Educativa. También, la decisión presidencial de eliminar un gran mural que estaba situado en el edificio del actual Mercado de San Felipe porque una comunidad consideraba que algunos elementos irrespetaban sus creencias y su nacionalidad.

En la Universidad de Panamá se han producido encuentros violentos por diferencias político/ideológicas en distintos momentos. Grupos estudiantiles de tendencias adversas han exhibido hasta armas, y en una ocasión incendiaron el Paraninfo Universitario. Se creía que esta oleada de enfrentamientos había cesado en los terrenos de la colina. Aunque en esta ocasión eso no ha ocurrido, pero constituye una alerta.

Preocupa que estas muestras de sectarismo puedan repetirse y llegar a una atmósfera de acabar todo aquello que esté en contradicción con determinadas creencias y empiecen a eliminarse placas, pinturas y esculturas, porque aluden a conceptos que no son del agrado de quienes llegan al poder de un grupo militante en un momento dado. Habría que preocuparse porque ciertas figuras sean eliminadas ya que han representado un hecho importante.

Y en economía es significativo este proceso de negación de concepciones. Uno se pregunta ¿qué ocurrirá en el aula cuando les mencionen el papel que tuvo Marx en la disciplina que tiene como objetivo el estudio de la generación de la riqueza y su reproducción? Sencillamente, ¿se considerarán los planteamientos liberales como una religión y se desechará todo lo que sea diferente?

En cuanto a la literatura que sirve de documentación, ¿se aceptará que sean discutidas todas las teorías concebidas y a sus diferentes autores? Aquí es necesario hacer una acotación que se dirige a las generaciones que actualmente se preparan en el estudio universitario. Las convicciones no son una moda, y este no es un mecanismo que se utiliza para modificar el entorno.

Por esa razón no podemos llegar una mañana y considerar que lo que está, debe ser cambiado de buenas a primeras porque no satisface las expectativas de quienes llegan a un escenario de poder. Las ideas no se destruyen, se modifican, se actualizan mediante el raciocinio para ser capaces de avanzar.

El autor es periodista
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