Mi amada compañera... La Vejez

“Señora, ¿cuántas veces se cayó en estos últimos seis meses?”. Una vieja ingresa noqueada a Sala de Urgencias… Dos dilatadores bronquiales inhalados en consulta con su especialista… Atrovent y Pulmicor...

Llega ¡sola! Como perro sin amo.

Seguramente drogadicta. O piedrera… De esas que el Municipio de Panamá recogía en las noches. Bañaba en las mañanas… -Para sacarles la mugre de meses de calle-.

Embarcaba esos bultos en un “alacrán” moderno… Up… a cerro Azul… O a Pacora. Centros de cuidados “integrales” para drogadictos. O simplemente viejos/as… vagabundos/as… en años dorados.

La vieja urgentada parecía bañadita. ¡Uñitas pintadas de verde! Lo dejamos ahí.

Simone de Beauvoir se atrevió a colgarle a la vejez otra etiqueta, no menos cruel y triste… Es lo opuesto a la vida… Es muerte. “Lo que se opone a la vida, no es la muerte. Es la vejez”.

Desamor y desgano. Agrego. Falta de deseo de llegar a una vejez, combativa. Trabajadora. Ardiente… Con la frente en alto. Un ejemplar calientito de un libro amado, bajo el brazo. O comprado como una michita de pan caliente, por internet, vía Amazon Kindle.

Contradice a una manada de cuervos, de todas las edades y sexos. Ven a la vejez, como enfermedad. Otra talibonada que apesta. Cuidados paliativos. Subsidios… Institutos... Todo, menos goce pleno de derechos humanos. Votos en una elección democrática. Como se entendería correctamente y en justicia, una protección social en derechos.

En un mundo que se nos desmorona bajo los pies. Y que exige el concurso de una humanidad creadora, solidaria con el que sufre… Vigilante. Porque se nos va la vida. Nos la arrancan. Bombardeos a escuelas, asilos, hospitales, en Ucrania y no Ucrania. Un Irán, amigo de Turquía, Rusia... provocador y desafiante. Sus barcos abanderados por insignias terroristas –los nuestros por el $- Terrorismo amigo o enemigo, según sople el viento... En el Líbano, Siria. Y ahora, el Canal de Panamá, en la mira. Teherán solo, o dejando volar inocentes mariposas panameñas crecidas en Ankara.

“Ni llantos ni facturas”. Un nuevo paradigma para pensar la vejez en solidaridad frente al desamor, el odio. Es hoy más que urgente… Una vejez deseada y compañera en la construcción de una sociedad para todas las edades. Así lo decidieron los Gobiernos en Madrid, 2002.

Veinte años después… Sumemos… Decenio del Envejecimiento Mundial Saludable de la ONU. Consenso de Montevideo. Fnuap. Convención Interamericana de Protección de Derechos de las Personas Mayores, OEA.

Muy poco hemos avanzado en Panamá en la implementación de los instrumentos y apertura de espacios políticos anteriores. La AN bloquea, en su Comisión de Relaciones Exteriores, el Proyecto 585 de 17 de marzo de 2021. Ratificación de la Convención Interamericana. Llevamos ocho años esperando... 600 mil panameños, de los 90 millones de +60 años en Latinoamérica y el Caribe.

¿Por qué Panamá necesita ratificar la Convención Interamericana de Protección de Derechos Humanos de las Personas Mayores? México acaba de aportar la décima adhesión prevista para lanzar monitoreos y supervisiones de políticas nacionales.

Por la necesidad de un emprendimiento corporativo -no decretado por ley-, Gobiernos/sociedad civil/cooperación internacional en apoyo y parte del mecanismo regional previsto en la Convención para lograr una sociedad justa e inclusiva, sin discriminaciones. Por ningún motivo.

La Red Continental de Personas Mayores de América Latina y el Caribe aspira a ser parte de dicho mecanismo… Somos el único movimiento social liderado por personas mayores en el mundo. Cooperamos con federaciones de jubilados y pensionados. Redes nacionales y regionales. Academias. Agencias especializadas de la ONU. Grupo de trabajo ad hoc de la ONU sobre envejecimiento. Mesas de trabajo regionales.

Por iniciativa de su actual Secretariado Ejecutivo, solicitamos a Panamá, Personería Jurídica para el movimiento. Concedida mediante Resuelto No. 422-PJ-422, de 28 de diciembre de 2022.

Como ONG Regional queremos ser parte de un Pacto Global para las personas mayores. De cara a un futuro de riesgos compartidos. O el futuro se construye con nosotros… O sin nosotros...

No queremos pelear contra el viento. Porque viento es tiempo. No edad... Y el tiempo es sangre. Lo declama un reivindicado Miguel Hernández...

La vejez es también sangre caliente que corre por las venas... ¿Será verde la tuya?