• 01/11/2022 00:00

¿No mentir, no robar y no traicionar al pueblo?

“La lectura del reciente libro de la periodista mexicana Elena Chávez, “El Rey del Cash. El saqueo del presidente y su equipo cercano”, desnuda quién en realidad es AMLO”

El 1 de julio de 2019, en su discurso de toma de posesión, el nuevo presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, utilizó la frase objeto de este escrito. Fue criticado por su falta de originalidad, porque era el lema que, en el 2018, había llevado al triunfo al eterno candidato presidencial mexicano, el estandarte de la llamada izquierda latinoamericana, Andrés Manuel López Obrador, el conocido AMLO.

La lectura del reciente libro de la periodista mexicana Elena Chávez, “El Rey del Cash. El saqueo del presidente y su equipo cercano”, desnuda quién en realidad es AMLO. Además de haber sido pareja sentimental de su mano derecha, colaboró cercanamente con él durante más de una década, lo que, como testigo primario, concluye que aquello de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo es una quimera.

El PRI fue en México lo que en Panamá pretendió ser el PRD, un partido único. Por eso gobernó sin interrupción durante 70 años (1930-2000). Parecido al PRD panameño nacido en dictadura, que gobernó sin controles y haciendo de la corrupción su mejor legado, metiendo en un solo sombrero lo más rancio de la oligarquía como lo más radical de las izquierdas.

Es así como hace su estreno político AMLO, aprendiendo todas las artimañas mafiosas de llamada dictadura del PRI. Junto a Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), y otros históricos dirigentes, como Porfirio Muñoz Ledo, AMLO se alía al Partido de la Revolución Democrática (PRD), que postula para presidente a Cárdenas en tres distintas elecciones.

En el 2000, AMLO fue electo como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal de la capital mexicana. Quienes conocen de esa gestión advierten el desastre que fue dejando a un Distrito Federal prácticamente en ruinas. Aunque no contaba con el tiempo de residencia necesario para optar por el cargo, fue ayudado, en las postrimerías de su mandato, por el entonces presidente del PRI, Ernesto Zedillo (1994-2000). O sea que, para ser candidato, violó la ley electoral. Con el apoyo de Cárdenas y el PRD, AMLO fue candidato presidencial en el 2006 (ganó Felipe Calderón) y en el 2012 (lo derrotó Enrique Peña Nieto). Siguió en campaña.

Por entonces, dejó a un lado al PRD, que le había financiado en sonante ca$h todas sus campañas y, en el tiempo que estaba fuera de cargos públicos, todos sus gastos personales. Inventó supuestas ONG humanitarias, como “Honestidad Valiente” para ayudar a los necesitados, que en realidad servían de financistas para sus actividades proselitistas y el pago de su equipo. Sus fondos eran engrosados con contribuciones forzadas a los funcionarios que laboraban con entidades públicas afectas a él. Práctica totalmente prohibida por las leyes mexicanas.

Fue así como fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con el que ganó la Presidencia en el 2018, con un 53 % de los votos, apoyado por una gama de partidos menores y muchos de sus enemigos políticos del pasado, como gente del PAN y el PRI y, por supuesto, de mucha gente del PRD que se sumó a su nuevo partido.

El libro de Chávez, prologado por una de las investigadoras más famosas de México, Anabel Hernández, narra la historia de traiciones, venganzas, encubrimientos, mentiras, odios, arbitrariedades, engaños que, llegado AMLO a la Presidencia, refleja marcados rasgos de autoritarismo y soberbia, atacando diariamente a quien se le ocurra cuestionar su gestión, rodeado de mucha corrupción de sus dirigentes y familiares, como hijos y hermanos.

La periodista Chávez complementa su relato por testimonios de importantes colaboradores del hoy todopoderoso presidente mexicano.

AMLO dice tener en su cartera solo 200 pesos mexicanos (unos $10).

Dice carecer de cuenta bancaria y de tarjeta de crédito. Eso no ha sido necesario, según detalla la autora, ya que toda su vida política ha sido pagada con fondos de municipios, alcaldías, delegaciones, gobernaciones controladas por copartidarios suyos, además de poderosos empresarios.

El revelador libro debe ser lectura obligada para todos los mexicanos y para los latinoamericanos que todavía creen que los dirigentes de la llamada izquierda realmente tienen en su mente “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. Como muchas cosas de esta izquierda que llamo de caviar, son una completa farsa.

Vean el espejo que brinda México, sobre todo con la costumbre de AMLO de hablar con los periodistas todos los días en sus acostumbradas mañaneras. Lamentablemente, los pueblos no aprenden en cabeza ajena.

Analista político.
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