Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
No es vulgar copia, ni plagio o exagerado, ni jactanciosos, afirmar y tomar prestado el nombre de una de las últimas novelas del Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, titulada “Tiempos recios”, pero respetando su autoría, haciendo una abstracción o relación de semejanza con algunos hechos históricos que veremos más adelante y el origen de dicho término, que utilizó el arequipeño para estructurar su narración, así como la exposición de un suceso político ideológico ocurrido en Guatemala. Igualmente, no me cabe la menor duda, que el título de la obra, la utilizaremos como un eje articulador, que establezca la situación presente y características generales del agro panameño, es decir, la agricultura. Estoy seguro de que el prestigioso escritor no presentara demanda alguna por usurpación y apropiación indebida de títulos, ya que respetamos el derecho de autor y mencionamos sus antecedentes, así como los créditos respectivos.
Sin embargo, es necesario y oportuno hacer algo de historia y docencia, partiendo del concepto original del significado de recio, indicando adjetivos como fuerte, robusto, duro, porque dicha expresión parece que tuvo sus orígenes en una palabra que utilizó Teresa de Jesús, en su libro autobiográfico personal Vida de la Madre Teresa de Jesús (cap. 33) cuando decía: “andaban los tiempos recios” para señalar la época difícil, áspera y complicada que a ella le tocó vivir cuando en 1519, el Tribunal de la Santa Inquisición arrestó al Arzobispo de Toledo, Bartolomé Carranza y se llevó a cabo también en Valladolid, un auto de fe contra el religioso, Agustín de Cazalla, culminando con su ejecución. Podemos agregarle para las circunstancias actuales, extender por añadidura las acepciones, tales: sin contemplaciones, inflexible, rígido.
Entonces el laureado escritor pretendió hacer un símil, estableciendo esa dicotomía entre el periodo que le tocó vivir a Teresa con los tiempos “recios” y esa vida monacal clerical y lo que sucedería en Guatemala, durante los años cincuenta del siglo pasado, muy de moda con los golpes de estado que posteriormente se sucedieron, y estos hechos fueron registrados magistralmente, expuestos en la novela, durante el Golpe militar de 1954, finalizando con el gobierno de Jacobo Arbens, perpetrado por Carlos Castillo Armas.
Aplicar dicha conceptualización y dualidad en la retrospectiva de las épocas, —Teresa de Jesús y derrocamiento— sin caer en subjetivismos o romanticismos y escarceos literarios, trasladándonos ahora al ámbito de las actividades agrícolas, en el presente actual, estoy seguro de no caer en la retórica falaz o jugarle una mala partida a la historia. Esa es la ventaja de escritores y poetas.
Tanto es así que se avecinan momentos tormentosos y turbulentos a la cual se aboca la agricultura con el Tratado de Promoción Comercial (TPC), suscrito entre Estados Unidos y Panamá, donde hay una liberalización de la economía, apertura de mercados y desgravación arancelaria en cinco rubros sensitivos como arroz, carnes de res, cerdo, pollo y lácteos.
En cuanto a la evolución de los acontecimientos, desde el pasado 10 de enero fue publicado en Gaceta Oficial “cinco resoluciones por medio de las cuales se ordena el inicio de una investigación para la posible activación del mecanismo especial de salvaguarda agrícola bajo el TPC sobre determinadas fracciones de productos...”. Reportaje: Panamá empieza a aplicar medidas de salvaguarda para ciertos productos incluidos en el TPC con EE.UU. diario, La Estrella de Panamá, sábado 13 enero 2024.
Además, la prolongada sequía, los efectos del fenómeno de El Niño, el cambio climático, el atraso en el calendario de la siembra en el próximo año agrícola, plagas y enfermedades, cierta ineficiencia productiva frente a la competitividad externa, reducido acceso a mercados foráneos, uso indiscriminado de tóxicos, acaparamiento de tierras y muchos otros.
Se perdió la oportunidad, sin ser capaces, sucesivos gobiernos, cuando se aprobó la Agenda Complementaria, para capacitar a productores y técnicos en la eficiencia productiva, aparte del estigma del nacimiento de nuestra república, de país transitista, comercio, banca, servicios, relegando al sector primario de la economía, a un plano secundario o de poca importancia.
Los tiempos recios continúan asolando la patria chica.