• 18/02/2021 00:00

Logística sanitaria: retos y desafíos frente a la COVID-19

“La decisión de aprovisionamiento de una determinada vacuna va casada con su logística de la cadena de frío, que para el caso que nos llama la atención, es innovadora […]”

Panamá es uno de los países que mayor número de casos de coronavirus ha reportado por millón de habitantes en la última semana, el primero, por mucho, de América Latina. La crisis de la COVID-19 ha traído consigo el reconocimiento de los heroicos esfuerzos de médicos y enfermeras que trabajan en el sector salud, pero también ha revelado a los políticos y a la población algunos de los desafíos logísticos que se enfrentan con la llegada de la vacuna Pfizer a Panamá para el inicio de la jornada de vacunación y del resto de las vacunas que llegan a mediados del mes de febrero.

Ante la situación dada, Panamá, como el resto de los países, ha trazado su estrategia de aprovisionamiento de las vacunas, pero ahora viene lo más neurálgico, su logística, las vacunas se producen en un lugar determinado y se utilizarán en una diáspora de lugares, lo que conlleva la ejecución de una serie de actividades de transporte, almacenamiento, envasar el contenido, traslado con temperatura que tome en cuenta el tipo de producto y además de su logística inversa, de tal manera que esto conlleve una cadena de frío muy especial, para que cuando se inocule al paciente preserve sus cualidades originales.

En un documento técnico, publicado en septiembre del 2020 por el operador logístico contratado por Pfizer, sugiere que, debido al desconocimiento de la estabilidad de la vacuna ante diferentes ambientes durante su manejo, exigirá condiciones más estrictas, mismas que conllevan implicaciones logísticas, desde su acople de un segmento internacional con el nacional, y es aquí donde nos preocupa, ya que la experiencia reiterada del Minsa y la CSS es, a lo sumo, de 1.1 millones de vacunas (influenza), con una cadena de frío normal y ahora, sin mayor explicación, se van a adquirir 4.4 millones de dosis con una cadena no de frío, sino de hielo con temperaturas de -80 grados. Si a los expertos le asusta, que le será para los neófitos.

A falta de un comunicado por parte de las autoridades de Salud explicando cómo le hará frente a ese reto logístico y nula reacción de los gremios de la salud, que, si comprenden la efectividad de las vacunas propuestas con una logística inadecuada, daría al traste la esperanza de muchos panameños. Solo se habla de eficacia de las vacunas, pero nada de la estrategia logística, que acompañará al plan de vacunación.

La decisión de aprovisionamiento de una determinada vacuna va casada con su logística de la cadena de frío, que para el caso que nos llama la atención, es innovadora, que exige experticia y una infraestructura, que el Minsa, no tiene y desconoce. ¿Qué factores o elementos técnicos fueron los determinantes para escoger la vacuna con la logística más complicada? ¿El Minsa está consciente de que una logística mal llevada, sería suficiente para fracasar, sabiendo que son dos dosis en un intervalo de 28 días? ¿En caso de fracaso, que tan fácil sería el reaprovisionamiento, en un mercado con exceso de demanda? ¿Cómo sería la trazabilidad del proceso de vacunación, para saber la disposición por lote, segunda dosis a tiempo y de la misma vacuna al mismo paciente?

Logístico y docente universitario.
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