El legado de Eduardo Rodríguez a Capac

Luego de su creación en 1961, los dirigentes de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) consideraron la conveniencia de iniciar un proceso de reestructuración, modernización y fortalecimiento del gremio, para convertirla en la organización más representativa de la industria de la construcción y una de las más pujantes del sector privado.

Ese proceso se inició en 1982, en un momento en que la Capac contaba con poca solvencia económica, una estructura administrativa limitada e instalaciones que no satisfacían las necesidades del gremio. En ese momento, necesitaba una estructura organizacional consecuente para cumplir con sus fines y objetivos y que le permitiera jugar su papel de promotor de la industria y defensor de los intereses legítimos de sus miembros.

El proyecto de modernización del gremio incluía una estructura orgánica y un nuevo modelo de gestión, mediante la figura de un director general para asistir al presidente de turno y atender la gestión diaria de esa asociación. Un riguroso proceso de selección, a través de una comisión especial, recomendó la designación del abogado Eduardo Rodríguez Jr., para el nuevo cargo.

“Debo decir con la mayor honestidad que contratar al licenciado Rodríguez fue el mayor acierto de la Capac”, dijo el expresidente Gabriel Díez P., durante el reciente homenaje que rindió la organización al ahora exdirector general del gremio.

Rodríguez se había graduado en Derecho y Ciencias Políticas con máximos honores en la Universidad de Panamá, había realizado estudios superiores en Administración de Empresas y Gerencia Organizacional y contaba con un diplomado en Dirección y Administración de organizaciones empresariales del Instituto de Gerencia Organizacional del Incae, institución educativa tutelada por la Universidad de Harvard.

En el sector público Rodríguez había ocupado el cargo de director jurídico y director general asistente del Idaan, asesor del despacho superior de los ministerios de Obras Públicas y Vivienda, director de Planes y Programas Nacionales de la Presidencia y viceministro encargado de Vivienda.

A lo largo de su trayectoria como director general de la Capac, Rodríguez tuvo la oportunidad de acompañar a 22 de los 37 presidentes que ha tenido esa organización. Esa experiencia ha quedado registrada en el pujante desempeño de lo que actualmente es el gremio de la construcción.

Según datos oficiales de diciembre del 2021, la industria de la construcción generó 160 000 puestos de trabajo de calidad, con inversiones superiores a los $4000 millones, lo que representa el 10 % del producto interno bruto nacional.

Esas cifras reflejan la recuperación de una industria severamente afectada por la pandemia del COVID-19, que durante el 2020 y el 2021 vivió uno de los peores momentos de su historia, comparados únicamente con el periodo posterior a la invasión militar de 1989 por parte de EUA.

La solvencia económica y financiera y la sólida estructura administrativa, creada por Rodríguez contribuyeron a que la Capac superara esa grave crisis sanitaria y la difícil situación económica que afectó a la industria y a la economía del país.

Rodríguez deja como legado un gremio económicamente consolidado, con una estructura organizacional proactiva y moderna y con programas donde destacan las ferias anuales organizadas por la Capac, el Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC), la Escuela Permanente de Seguridad y el Departamento de Inspección de Seguridad en las obras. Deja, además, la creación de las secretarías Económica, Estadística y Ambiente y el Centro de Soluciones de Conflictos (Cescon), que opera con total autonomía en la sede central del gremio.

En materia jurídica, fue el redactor de las leyes de incentivos más importantes de la industria, en las que destaca la Ley de Intereses Preferenciales para el financiamiento de viviendas.

En el plano laboral, Rodríguez coordinó al equipo negociador de nueve convenciones colectivas desde 1974 hasta el 2008, cuyos acuerdos laborales han permitido al país un período de prolongada paz laboral.

Una faceta menos conocida de Rodríguez es su afición por la literatura. Ha publicado su autobiografía, Bajo perfil; la novela histórica y política “El encanto del zopilote”; la obra de cuentos vernaculares “Remembranzas” y otra de cuentos para niños, un libro de poesías, “Lux Animae”, y una serie de ensayos técnicos y jurídicos afines a la industria de la construcción.

En el homenaje en su honor, el expresidente Díez resaltó que “uno de los mayores méritos del licenciado Rodríguez es haber llevado a la Capac a su más alto grado de excelencia. Su exitosa carrera está arraigada en la perseverancia, la disciplina y su carácter consecuente con las realidades nacionales”.

“He dedicado lo más largo de mi vida a los afanes de la Capac. Pero de igual manera, he recibido de este gremio todo lo que puede conceder a quienes dedican sus mejores esfuerzos al servicio de la industria”, dijo, por su parte, Rodríguez, conmovido por el reconocimiento que recibió de los constructores panameños.