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- 16/06/2024 00:00
Las tasas de interés y las ganancias del sector bancario
2023 cerró como uno de los mejores años para el Sistema Bancario de Panamá, con una utilidad (ganancia) de 2,196 millones de dólares, cifra que se encuentra un 54% por encima de lo registrado antes de la pandemia, ya que en 2019 las ganancias del periodo fueron de 1,421 millones de dólares. Al mismo tiempo, las tasas de interés se han elevado para casi todos los productos financieros ofrecidos por el sector bancario.
Resulta curioso que, hasta el momento, las autoridades y los miembros de la Asociación Bancaria no relacionan las elevadas utilidades con el nivel de las tasas de interés. Aunque se argumenta que el aumento de las tasas proviene de un aumento de costos de fondeo para los bancos, los ingresos netos por intereses, es decir, la diferencia entre los ingresos de intereses que pagamos y los gastos de operación de los bancos, son los más altos registrados en los últimos años, ubicándose en 3,014 millones de dólares, casi 20% más que en 2019.
El nivel de ganancias del sistema bancario es incongruente con un Producto Interno Bruto que apenas es un 13% mayor al de 2019, con un desempleo por encima de 7% y con un estancamiento del consumo que ha afectado a diversos sectores económicos. Asimismo, no compagina con la retórica de los aumentos de costo asociados a los incrementos de la tasa de interés en Estados Unidos.
En mi artículo sobre la integración financiera en Panamá, publicado por la revista Latitude de Quality Leadership University, analizo la relación entre la tasa de interés de Panamá (tasa de referencia interbancaria) y la de Estados Unidos. Con datos de 2007 a 2022, muestro que esta relación, muy fuerte entre 2007 y 2014, ha caído de manera significativa entre 2015 y 2022, lo que sugiere cambios estructurales que han moderado la influencia de la tasa estadounidense sobre la panameña. Esto sugiere una mayor independencia de los bancos locales en la determinación del crédito interno, por lo que la vinculación entre estas tasas ya no puede mirarse de la misma forma que en el pasado.
Por otra parte, hay que considerar la ausencia de controles de capital en nuestra economía, que se traduce en la libertad de los bancos para ubicar recursos en economías externas. En el mismo artículo, ofrezco evidencia de que esta característica del sistema panameño permite a los bancos gestionar su liquidez, a través de la adquisición de activos externos, manteniendo tasas que garantizan una mayor rentabilidad, lo que crea una contradicción entre el objetivo privado de las ganancias bancarias y el objetivo social del acceso local al crédito.
El mecanismo de la integración financiera, descrito antes por el economista José Luis Moreno Villalaz (Q.E.P.D.), se ha apreciado como una virtud de nuestra economía, pero hemos obviado sus implicaciones en el fomento de la producción. Cualquier rol que pudieran desempeñar los bancos para estimular una economía estancada, se distorsiona por esta capacidad de gestionar la liquidez en función de sus ganancias.
Por último, en mi artículo muestro que algunos sectores del mercado bancario local evidencian niveles importantes de concentración económica, lo que colocaría en una posición privilegiada a algunos bancos, que podrían aumentar sus tasas de interés valiéndose de su poder de mercado.
Sin nuevos instrumentos de política monetaria para este sector, el enorme potencial de los recursos que maneja el sistema bancario seguirá beneficiando a una minoría, como es el caso actual. Es necesario construir conocimiento sobre este sector y diseñar herramientas de política monetaria que sirvan para enfrentar periodos de estancamiento económico.