• 08/02/2024 00:00

La verdad incómoda del canal de Panamá

Resolver la falta de agua en el lago Gatún es tan simple, como no desperdiciarla. ¿Cómo es posible que las juntas directivas del canal (ramillete de flamantes políticos y familiares “yes man”, con pocas personas técnicas) no han sido capaces, de cumplir con lo que habían vendido sobre reciclar agua en la ampliación?

Se entiende por reciclar, reutilizar el agua de Gatún. No seguirla tirando al océano como desde 1914.

A propósito, referéndum engañoso, debería ser un delito.

¿Cómo es posible que las administraciones y las flamantes juntas directivas, antes de implementar algún método para conservar agua, se pusieran a construir una ampliación que además, elevar más agua y peces del océano a Gatún, también incrementan el desperdicio de agua del lago hacia el mar.

¿Cómo es posible que desde hace 20 años, no fueron capaces de modelar el calentamiento global y predecir las consecuencias de fenómenos cíclicos, como el verano y las “corrientes del niño” con su consiguiente aumento de radiación, índice de evaporación y la disminución en la precipitación de la cuenca?

¿Cómo se les ocurre seguir vendiéndonos a las administraciones panameñas del canal como excelentes, cuando la realidad es que han sido pésimas. Tan pésimas, que ni siquiera han podido mejorar el obsoleto circuito hidráulico por gravedad de hace 110 años, basado en la ineficiencia del desperdicio.

¿Cómo es posible, que hayan cometido el pecado mortal de sobre recargar la cuenca, succionando el agua del lago artificial Gatún para potabilizadoras, lago artificial construido sobre miles de muertos, con el único fin y objetivo de transitar barcos? La mediocridad y la ley del menor esfuerzo, típica del tercermundismo.

Aprendan sres; al sagrado lago Gatún no se le debió tocar nunca. Solo se le debió mantener prioritariamente, en su nivel de navegación y pueden irse a colocar sus tomas de agua para potabilizar en lago Alajuela, que nunca toca el agua de mar; o vayan a buscar su agua dulce a cualquiera de las otras 51 cuencas disponibles del país.

Ahora toca ir retirando de Gatún, de forma programada, esas tomas de agua, porque el destino de Gatún es la mezcla con agua salada por siempre, y la ACP lo sabe perfectamente.

La falta de agua se resuelve con estaciones de bombeo que reciclen el agua en vez de tirarla al mar con cada tránsito. Hoy existen bombas con una capacidad de hasta 60 metros cúbicos x segundo (el doble del caudal medio del río Chagres).

Con cabeza hidráulica de 5 metros, habría que colocar “en serie”, entre cinco y seis bombas en cascada para elevar desde el océano, 27 metros snm hasta el nivel de Gatún.

Piratear nuevas cuencas es un error garrafal que solo pretende tapar el error de no haber administrado adecuada y eficientemente el lago Gatún.

Inundar más tierra, sería otro error imperdonable, algunas compradas por juega vivos a centavos en ANATI, con el único fin de inundarlas y cobrar millonarias indemnizaciones.

No es cierto que río Indio, con caudal entre 2 y 3 metros cúbicos x segundo en verano, resuelva el problema.

No se construyó el lago artificial Gatún, para estar colocándole tomas de agua para potabilizar, o dar agua a grandes ganaderos, para eso existen en Panamá otras 51 cuencas. Irresponsablemente han recargado una sola cuenca, evidenciando su falta de planeamiento e ineptitud.

No se culpa a fenómenos naturales cíclicos, repetitivos y previsibles como “la corriente del niño” por la falta de visión y acción de autoridades y administraciones incompetentes, que solo llegan a cobrar buenos cheques y a lucrar para su interés personal y el de sus padrinos.

No se usa como excusa, el choque entre agua del océano y los ríos por desastres ambientales que nunca ocurrirán, puesto que es un fenómeno normal y natural, puesto que todos los ríos el mundo desembocan en el mar.

Todo indica que al igual que los miles de millones gastados en una ampliación, que no recicla, la única razón para ir a construir mega estructuras en otras cuencas debe ser para rebuscarse más millones. Ahora esas esclusas ampliadas son las causantes de un derroche de agua sin precedentes.

Nunca se debió ampliar, sin haber resuelto el reciclaje del agua primero..., ya que ahora también ampliaron del desperdicio de agua, cosa que irresponsablemente, nunca han explicado a la nación.

No es cierto que el agua del mar afectaría a las esclusas, ya que la misma, entró a las esclusas desde 1914 y ahora más que nunca con la ampliación.

Si después de reciclar todavía hubiese algún faltante, el mismo podría ser compensado con agua del océano, sin ningún impacto ni en la fauna ni la flora ni en las esclusas.

La razón para tanta excusa en no hacer lo aquí expuesto es el deseo bajo mesa de megaobras y comisiones para administraciones. Triste

Propongo la inspección de grandes y reconocidas compañías de ingeniería de países de primer mundo, ajenas a la administración de ACP para que certifiquen la factibilidad de lo aquí propuesto.

Los panameños no debemos aceptar que las juntas directivas del canal sigan conformadas por expresidentes, sus hijos, sus sobrinos, legisladores, exministros, fichas y títeres de la élite.

No a la monarquía política en las juntas directivas de nuestro canal.

El autor es ingeniero, máster en energía y ambiente
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