Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Para toda organización púbica o privada, la opinión favorable de los clientes o usuarios, es de mucho valor y de gran importancia corporativa.
Los consumidores satisfechos se encargarán de promover gratuitamente el servicio o producto adquirido, entre sus conocidos. Mientras que aquellos insatisfechos mostrarán abiertamente sus disgustos por diversos medios, y las consecuencias podrán ser negativas para la marca y la empresa distribuidora o prestadora de un servicio.
Igualmente, para todas las instituciones estatales, obtener una opinión favorable de sus usuarios redunda en beneficios. Aunque en ocasiones estos testimonios son poco conocidos, porque son reservados por los protagonistas y divulgados esporádicamente.
Sin embargo, las políticas generales de atención se centran en el principal objetivo de responder oportunamente a las necesidades de los clientes y de ofrecer un óptimo servicio con un alto grado de responsabilidad.
En algunas entidades gubernamentales se han dado casos de usuarios que han expresado públicamente su satisfacción por los servicios brindados y de agradecimiento por la labor desarrollada por determinado funcionario. Así como de otros, que expresan abiertamente inconformidades por las demoras en los procesos, principalmente aquellos casos que requieren de una pronta solución.
Es importante resaltar, que no importa si el cliente tenga o no la razón, siempre hay que atenderlo de la mejor manera posible, a los que acudan personalmente, como aquellos que utilicen los demás servicios en línea, redes sociales o telefónicamente.
Esta labor no solo es responsabilidad del que atiende directamente una queja, sino también de aquellos empleados con quienes el cliente tiene contacto, desde un seguridad, secretaria o recepcionista, el encargado de la atención, vendedores, en fin, todo aquel que tenga relación con el caso expuesto.
Cada día hay que atender de la mejor manera posible a todos, sin excepción, una acción esmerada puede marcar la diferencia, y tarde o temprano será reconocida. Cabe recordar que una empresa o negocio sin clientes no existe.
Por esta razón, las empresas y entidades públicas deben esmerarse en atender los casos que se presenten, principalmente en las redes sociales, donde se muestra todo un escenario negativo en referencia a un producto o prestación de un servicio.
Las investigaciones metrológicas
Cuando se compra un determinado producto, el consumidor confía plenamente en la veracidad de la información, proporcionada por el fabricante en el etiquetado del mismo; sin embargo, puede ocurrir que lo anunciado no sea lo correcto.
Por lo que es importante, cuando note que el peso o la medida del producto indicado no se cumpla con lo señalado, se reporte el caso al departamento de Metrología de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), para que procedan a realizar la investigación respectiva. En nuestro país, ya se ha comprobado incumplimientos del contenido neto en algunos productos.
Hace unos años, un consumidor, por curiosidad, se dio a la tarea de contar las hojas de una marca de papel higiénico. Contando una por una, descubrió que la cantidad no era igual a la que anunciaba el empaque, por lo que se cercioró y al comprobar ese hallazgo, puso una denuncia ante el Departamento de Metrología. Posteriormente, se realizó una investigación oficial y se comprobó la anomalía.