La lucha es el mejor tributo a nuestros mártires

Agosto constituye un mes que refleja lo inclaudicable de la lucha de los obreros de la construcción. El 14 de agosto de 2007 fue asesinado a balazos el dirigente del Suntracs, Osvaldo Lorenzo, de 32 años, mientras él y un grupo de compañeros exigían que se reintegrara a un centenar de trabajadores despedidos injustificadamente. Osvaldo Lorenzo fue ultimado por un disparo de un trabajador contratado por la empresa Odebrecht para reprimir las demandas de los trabajadores.

El 16 de agosto en Isla Viveros, sobre el Archipiélago de San Miguel, otro representante sindical del Suntracs, Luigi Antonio Argüelles, fue asesinado por un disparo de un agente de la Policía Nacional. En este caso, un grupo de trabajadores del Sindicato se dirigía a la Empresa AQTEC S.A., de propiedad de Gustavo de la Cruz, a presentar una resolución formal emitida por la Alcaldía de Balboa que ordenaba el cierre de la empresa por no cumplir con disposiciones municipales y a exigir los salarios adeudados por la empresa. Los agentes policiales les impidieron el acceso lanzándoles bombas lacrimógenas y disparos de perdigones. En este contexto resultó muerto el trabajador Luigi Argüelles. Además, la policía retiene a varios dirigentes y decomisa un video con la grabación de los hechos.

Por otra parte, los principales dirigentes del sindicato fuimos objeto de una denuncia penal con miras a la detención, fundamentada en hechos falsos, como quedó demostrado. Se trataba del gobierno del PRD - Martín Torrijos, quién hace gala del sindicalismo amarillo y del sicariato.

El 21 de agosto Suntracs convocó una huelga de advertencia de todas sus bases sindicales que paralizaron unos 300 proyectos de construcción.

Ante la falta de justicia en nuestro país, el Suntracs querelló al Estado panameño ante la unidad de libertad sindical de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) por el asesinato de los compañeros Osvaldo Lorenzo y Luigi Arguelles.

La lucha se mantiene en defensa de los derechos laborales, por un ambiente de trabajo sano y seguro y por un Panamá realmente justo, democrático, humano, soberano y solidario.

Este es el accionar histórico del Suntracs, que se ha visto obligado a luchar para hacer cumplir la ley, el Código de Trabajo y los derechos laborales en cuestiones de seguridad laboral, salarios y libertad sindical, entre otros.

Hoy, el compromiso de lucha es firme ante el evidente panorama de mayor pauperización de las condiciones de vida de la mayoría de los panameños. Insisten en imponer aumento de edad para jubilarse a hombres y mujeres, así como reducir pensiones y nombrar un director de la CSS que favorezca la privatización de los fondos, las paramétricas y cuentas individuales; crean las condiciones de privatización de la educación, salud, agua, recolección de basura; no descartan aumento de impuesto (ITBMS o 7%; la lógica del recorte presupuestario es en sectores sociales como educación y salud); despido de funcionarios públicos; desconocimiento de acuerdos de aumento salarial pactados; continuar el proyecto minero y seguir con un canal divorciado de la necesidad de gestionar desarrollo nacional. Reconocen la deuda con la patronal y la deuda externa mientras niegan la deuda social.

Ante el accionar del Sindicato, los Gobiernos han tomado una serie de medidas represivas a fin de impedir la labor sindical a favor de los obreros de la construcción y del país, en el último año el cierre ilegal de las cuentas bancarias del sindicato. La lucha es el mejor tributo a nuestros compañeros mártires.