La educación y la superación personal generan grandes beneficios para el país

El Estado y el sector privado deben invertir en la capacitación turística y en la administración pública masiva. Esta es la única forma de asegurar frutos positivos para las futuras generaciones.

Panamá podría ser el único país del mundo donde se subsidia a partidos acusados de corrupción en función de la cantidad de votos que reciben, y se les paga por votar en los periodos preelectorales y postelectorales. Este subsidio debería estar condicionado a un manejo eficiente de los recursos públicos una vez que se asume el compromiso de gobernar. En cuanto a los movimientos independientes y nuevos partidos que dicen ser la diferencia por querer hacer las cosas bien, es difícil que lo logren sin una reforma profunda del sistema electoral panameño. En realidad, todos somos cómplices de esta situación al emitir nuestro voto, indirectamente apoyando la corrupción, venga de donde venga.

Esto debe cambiar, y la única manera de lograrlo es mediante una capacitación adecuada de los empleados públicos y adherentes de partidos políticos en administración pública, para evitar la repetición de las mismas figuras cada quinquenio con el pretexto de “experiencia” que, en realidad, no poseen.

A pesar de que el presupuesto educativo de Panamá es millonario, los resultados son desalentadores y no corresponden con la inversión realizada. La educación ha sido politizada y afectada por el clientelismo electoral durante más de 20 años, dando lugar a escándalos y corrupción en el sector. Las acciones en nombre de la educación a menudo resultan contradictorias e inconsistentes con las realidades y necesidades del país.

La pregunta es: ¿qué se puede hacer en un quinquenio para avanzar? En una ocasión, escuché al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, quien respondió que el camino es “docencia”, mucha docencia. Es urgente salir a recorrer el país para explicar temas cruciales como la reforma educativa mediante seminarios rápidos y básicos sobre atención al cliente en el sector turístico, administración pública, y otros temas relevantes como la minería, la reforma al Estado y el Seguro Social. Es fundamental contar con “voluntad política” para llevar a cabo estos cambios necesarios.