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- 29/03/2017 02:00
¡Van pa'l cepo!
Este instrumento de tortura y castigo ha sido muy comentado últimamente. Incluso hay quienes —sin estar de acuerdo con él— dicen que debían mandar ahí a un buen número de diputados y de los mal llamados políticos. Antes de explicar a qué se debe este problema, ACLARO lo siguiente (por si acaso): 1° NO estoy de acuerdo con el cepo ni con ningún instrumento de tortura (aunque el Gobierno de EE.UU. los avale); 2° El cepo no es ‘ancestral' ni parte de la cultura indígena, como dicen las televisoras amarillistas; 3° El cepo lo implantaron los invasores europeos hace varios siglos y ¡vaya si lo usaron!; 4° Ni el cepo ni ningún tipo de tortura arregla nada; 5° En la comarca Ngäbe-Buglé hay delincuencia como en cualquier parte de Panamá.
¿Cuál es el origen inmediato del problema actual y los castigos? El 31 de mayo de 2016, se firmó un ‘contrato' entre ‘Power Construction of China y Shandong Pusheng', a quienes llaman ‘el grupo chino' y ‘Nole Duima Development Corporation'. En dicho contrato el ‘grupo chino' se compromete a invertir en: ‘construcción de casas, escuelas, universidades, centros médicos, infraestructura de agua, minas, puerto, centrales eléctricas, transporte, agricultura, turismo... en la Comarca'. ¿Qué legalidad tiene un contrato así? No sé, me parece que es bastante anormal con visos de mucha ilegalidad.
Sin embargo, la directiva del Congreso General Ngäbe-Buglé encabezada por el señor Demecio Casés, con el apoyo del señor Jeremías Atencio, presidente de la Asociación de Municipios de la Comarca, emitió una resolución (N° 3-E-CGC) el 25 de julio de 2016, en donde ‘dan fe' (¿?) y parece (porque la redacción es bastante confusa) que apoyan el contrato citado arriba y animan a que se mejore.
Nuevamente pregunto: ¿qué legalidad tiene esto? Suena como un ‘Bunau-Varilla indígena'. Se entrega el territorio para hacer, ¿de todo? ¿Cómo es posible que el Congreso avale esto? El Congreso que hubo hace poco (marzo 2017) destituyó a esa directiva y mandó que pusieran ‘en el cepo' a los perpetradores de este absurdo. Pero nada de eso se dice en la televisión ni en la radio ni en los periódicos. Como dicen en lenguaje ‘televisionés': ‘la ocasión es propicia'... para hablar tonteras sobre las culturas indígenas y ‘llenarse la boca' con los derechos humanos.
Dirán los ‘encepados': ‘Si el Gobierno anterior robó todo lo que le dio la gana, si muchos diputados roban descaradamente, si los encopetados banqueros roban millones de millones, si grandes empresas como ‘jodebrecht' pagan coimas a quien ponga la mano, ¿por qué yo no voy a recibir alguna ‘untadita'?'.
Incluso mucha gente de nuestro pueblo dice: ‘Ese diputado (representante) sí me resuelve'. Esto equivale a que me da dinero. Entonces, ¿por qué nos ‘rasgamos los vestidos' cuando los ngäbe ponen en el cepo a alguien que ha intentado robar tan descaradamente a su pueblo? Más que en el cepo, ¡deberían estar presos, por traidores y ladrones!
El mensaje es claro: cuando la justicia en el país es selectiva y excluyente, la gente pierde la confianza en ella. Los pueblos originarios tienen derecho a ejercer la justicia también. Y un tercer mensaje: sí, somos dos países: el país de los grandes edificios y derroche de dinero y el país indígena con el 80 % de su gente viviendo en pobreza, aunque tengamos la misma Constitución.
SACERDOTE