Kamala y los 270 votos electorales

Terminada anoche la gran Convención del Partido Demócrata en Chicago, Kamala Harris logró lo que se pensaba imposible hace apenas tres semanas: inspirar una nación, levantar el entusiasmo político, empatar la pelea y tener posibilidades de ganar la presidencia. Estuve esta semana en Chicago y puedo dar fe que la energía que se ha generado no la veía desde la elección de Barack Obama en el 2008.

La asignación urgente es entender la matemática del sistema único del Colegio Electoral que es utilizado en los Estados Unidos para elegir al presidente. En lugar de que el presidente sea elegido directamente por el voto popular -como debe ser en una democracia-, el Colegio Electoral asigna un cierto número de votos electorales a cada estado, basado principalmente en su población. Para ganar la presidencia, un candidato debe asegurar la mayoría de estos votos: 270 de 538.

A cada estado se le asignan votos electorales equivalentes al número de sus representantes en el Congreso (miembros de la Cámara más dos senadores). Washington D.C. también tiene tres votos electorales, a pesar de no ser un estado. (A Puerto Rico le tocarían 6 votos electorales si fuera estado.) En la noche de las elecciones, los votantes en cada estado emiten sus votos, no directamente para el presidente, sino para un grupo de electores elegidos por el partido del candidato. El candidato que gana el voto popular en un estado generalmente gana todos los votos electorales de ese estado (excepto en Nebraska y Maine, que utilizan un sistema proporcional).

Una vez que se cuentan los votos, el primer candidato en alcanzar 270 votos electorales gana la presidencia. Aquí un desglose de los votos electorales de cada estado, junto con una mirada a qué estados son firmemente o inclinados hacia los demócratas (“azules”), firmemente o inclinados hacia los republicanos (“rojos”), según se perfila hoy, y cuáles se consideran estados en disputa para estas elecciones de 2024:

Estados Demócratas sólidos o en tendencia (Azules): California (54 votos electorales), Nueva York (28), Illinois (19), Nueva Jersey (14), Virginia (13), Massachusetts (11), Washington (12), Maryland (10), Minnesota (10), Colorado (10), Oregón (8), Connecticut (7), Nuevo México (5), Hawái (4), Rhode Island (4), New Hampshire (4), Maine (4), Vermont (3), Delaware (3) y Washington D.C. (3), y el caso especial de Nebraska (5* podría dividirse 3-2). (Suman 231; le faltarían 39 para ganar.)

Estados Republicanos sólidos o tendencia (Rojos): Texas (40), Florida (30), Ohio (17), Tennessee (11), Indiana (11), Missouri (10), Carolina del Sur (9), Alabama (9), Kentucky (8), Luisiana (8), Oklahoma (7), Arkansas (6), Iowa (6), Mississippi (6), Utah (6), Kansas (6), Virginia Occidental (4), Idaho (4), Montana (4), Dakota del Norte (3), Dakota del Sur (3), Wyoming (3) y Alaska (3). (Suman 214, le faltan 56 para ganar.)

Estados en disputa ahora mismo: Pensilvania (19), Georgia (16), Carolina del Norte (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10), y Nevada (6). (Suman 93.)

El enfoque en las elecciones presidenciales será en estos 7 estados clave donde las campañas gastan más dinero y tiempo. Un candidato puede ganar el voto popular nacional, pero perder la presidencia si no captura suficientes estados en disputa. Esto ha ocurrido cinco veces en la historia de los EU, la más reciente en 2016 con Hillary Clinton.

Si al igual que yo, usted piensa que Kamala Harris debe ser la próxima presidenta de los Estados Unidos, y que hay que detener a Donald Trump porque es una amenaza a la libertad y la democracia, entonces haga algo aún desde Puerto Rico donde somos ciudadanos, pero no tenemos el derecho de votar por el presidente. Cada cual a su manera llame, escriba a gente que conozca en esos 7 estados claves o aporte a entidades que están activando electores. La diferencia grande la hará Pensilvania, donde residen más de 500,000 boricuas.

Todavía faltan los debates y 75 días de campaña. Aquí nadie ha ganado aún. Kamala Harris logró empatar la pelea esta semana. Ahora falta cerrar con broche de oro para alcanzar los 270 votos electorales.

[según publicación en El Nuevo Día de Puerto Rico el 23 de agosto de 2024]