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- 24/12/2016 01:02
Justo y necesario el aumento del pasaje
Desde que entró en funcionamiento el Metro de Panamá, mejorando sustancialmente la calidad de vida de cientos de miles de usuarios, tanto nacionales como extranjeros, todos fuimos conscientes de que la tarifa impuesta en ese momento, por el Gobierno anterior, era demasiado baja, tomando en cuenta los pagos para el financiamiento de la obra, los costos de luz, seguridad, mantenimiento, cobertura de seguros y otros muchos extras, sin contar con el pago de la planilla compuesta casi al 100 % por panameños.
Panamá entero está consciente de que el Gobierno anterior, buscando la manera de ganar votos a favor de su candidato a la Presidencia, valoró más el beneficio político que el cubrir los costos mínimos que requiere una obra de esa envergadura. Y fue la primera vez que, al unísono, todos dijimos que era un exabrupto el costo de 0.35 centavos que se le asignó al servicio en ese momento, e inclusive exigíamos, los más responsables, que era necesario un ajuste en el pago por el servicio del Metro.
Recuerdo, como si fuera hoy, que escuché a usuarios mencionar cifras entre 1.75, 1.50., 1.25 y hasta un dólar, como tarifa por el servicio. Siendo conscientes, valoramos la magna obra, que nos genera un ahorro sustancial de tiempo y dinero, si no se hubiera construido. El Metro, llevó a Panamá a ser una de las ciudades más modernas de América Latina. Y eso, no se le puede regatear al Gobierno pasado, pese a todos los excesos que cometió en su administración. Ahora, casi tres años después de inaugurado el servicio, hay necesidad de adecuar el costo que pagamos, por diversas razones.
La pretendida unificación de un solo costo, del Metro con el Metrobús con las rutas internas, de manera que el pasajero reciba por un solo pago, movilización desde la salida de su hogar, hasta llegar a su destino y viceversa. Eso era un plan que inicialmente se trató de aplicar, pero que por razones desconocidas, jamás se cristalizó. Ahora, tomando en cuentas los costosos estudios y las necesidades de la población, se ha mejorado ese plan inicial y se espera aplicarlo en los primeros meses del año que está próximo a llegar.
Otra de las necesidades para unificar la tarifa, en la busca de recuperar costos operativos y de financiamiento, es que se construyan ramales de la Línea 1 y se trabaje con un 27 % de avance en la construcción de la Línea 2 y se analice el trazado y ejecución de la Línea 3, que llevará respuesta a los cientos de usuarios del sector Oeste. Todo eso es costo que deben ser cubiertos con la eficiente prestación de un servicio, que hasta ahora es bien llevado por la Secretaria Nacional del Metro.
La modernidad, conlleva asumir costos y esos costos, sacrificios económicos en todos los aspectos de la vida. Por ello, extraña que a estas alturas existan personas que se opongan a los ajustes tarifarios que han estado considerados por el propio pueblo, desde el día 1. Podría ser el afán de ganar publicidad mediática de varios, que tienen aspiraciones políticas en el 2019. O el sentido de oposición a todo, de otros personajes de nuestra fauna política.
Lo cierto es que el ciudadano de a pie, ese que debe soportar todos los días los excesos que aplican en el pasaje, esos que nos han llenado de luto y dolor por el manejo irresponsable por las rutas que cubren, denominados ‘transporte alternativo', esos conductores que parecieran poseídos por el demonio, cuando están detrás de un timón, han llenado las primeras planas de los diarios nacionales, con escenas dantescas, cada vez que cercenan vidas de gente trabajadora, que los utiliza por la no adecuación de las rutas que cubre el sistema de Metrobús, ese ciudadano, se siente complacido que con la estabilización de una sola tarifa, este nefasto método de movilización vaya desapareciendo.
Tengo confianza en que la consulta ciudadana que pretende hacer la Secretaría del Metro reciba un aval absoluto para que establezca una tarifa cónsona, oportuna y realista que no afecte más el tan golpeado bolsillo de Pablo Pueblo.
PERIODISTA