• 06/08/2016 02:02

Panamá: ¿nos interesa como país organizar la JMJ 2019?

La designación por el papa Francisco implica que Panamá está preparado para la celebración de un evento multitudinario 

El anuncio del papa Francisco designando como sede de la JMJ 2019 a Panamá lo he recibido en Italia, donde me encuentro por motivos de estudio. He seguido con atención los noticieros italianos que solo han sabido elogiar la elección papal y a nuestro pujante país. Se trata de un evento que viene preparándose desde hace años y que tuvo su punto de ignición con la conmemoración de los 500 años de la Diócesis de Santa María la Antigua, la primera en la tierra firme de todo el continente americano, cuya sede es Panamá y que fue creada el 9 de septiembre de 1513 por el papa León X.

La designación por el papa Francisco implica que Panamá está preparado para la celebración de un evento multitudinario en el que participarán al menos un millón de jóvenes, de los cuales la mitad podrían ser peregrinos que llegarán de los cinco continentes. A partir de la fecha, será necesario que se sumen todas las fuerzas para sacar adelante tan importante proyecto que pondrá a Panamá como corazón de la Iglesia cuando reciba en su suelo al santo padre. Aunque se trata de una actividad de la Iglesia panameña, que también ha sido respaldada por los obispos de Centroamérica, será necesario contar con el apoyo tanto del Gobierno nacional como de la empresa privada para el éxito de tan importante designación. Pero, ¿por qué otros motivos, además de los espirituales, nos podría interesar un evento de esta magnitud? Veamos algunos datos.

La JMJ es un encuentro que mueve a cientos de miles de peregrinos de los cinco continentes. De las recientes, la que menos participantes tuvo fue la de Sidney, Australia, en la que participaron 500 000 personas, mientras que a la de Río de Janeiro, celebrada en 2013, asistieron 3.7 millones, siendo esta la segunda más concurrida. La de mayor asistencia fue la que se realizó en Manila, Filipinas, entre el 10 y 15 de enero de 1995, a la que asistieron 5 millones de personas. Cabe destacar que se prevé que la fecha de la JMJ en Panamá también sea durante el primer trimestre del año, como ocurrió en Manila. Otras cifras de participantes en las Jornadas: Buenos Aires (1987) 1 millón; Roma (2000) 3 millones; Colonia (2005) 1.2 millones; Madrid (2011) 2 millones de personas.

Junto con Argentina y Brasil, Panamá será el tercer país de América Latina en recibir esta cita mundial. Del continente americano también han sido sedes las ciudades de Toronto (2002) y Denver (1993). Según datos de la Contraloría, en el primer cuatrimestre de 2016 los turistas que ingresaron a Panamá gastaron un promedio de $206.00 diarios. Suponiendo que por tratarse de jóvenes peregrinos estos gasten menos, podemos estimar que la cifra mínima sea de al menos $80.00 diarios, lo que representa un movimiento de $32 millones diarios si recibimos 400 000 peregrinos. El punto máximo de peregrinos en la JMJ consiste en los cuatro días en que se cuenta con la presencia del papa en el país sede, lo que significa que podrían moverse en cuatro días aproximadamente $128 millones, eso sin contar el impacto publicitario gratuito que tendrá nuestro país por la cobertura que recibirá de las cadenas televisivas más importantes del mundo. Brasil, según datos del Banco Mundial, luego de tener ingresos por turismo en el 2012 por la suma de 26 000 millones, aumentó a 29 000 millones de dólares en el 2013, año en que fue sede de la JMJ.

Si bien es cierto se trata de un evento de índole espiritual, no menos cierto es que este evento representará también una inyección a la economía del país, sea de modo directo o indirecto, lo cual no debe pasarnos desapercibido. Sin duda se trata de un gran reto para Panamá y, ya sea por motivos espirituales o económicos, es ocasión de que, así como hemos superado obstáculos y unidos hemos sacado adelante grandes proyectos, aprovechemos esta gran oportunidad para demostrar de lo que somos capaces cumpliendo fielmente el lema de nuestro escudo nacional: ‘Pro mundi beneficio '. Una vez más los ojos del mundo estarán puestos en nuestra nación; ha llegado la hora de que unidos nos pongamos ¡manos a la obra!

ABOGADO Y COMUNICADOR.

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