Instituto nacional de biodiversidad de Panamá

Panamá carece de un Instituto Nacional de Biodiversidad. Este instituto debe ser la institución técnica especializada de alto nivel que requiere el país para atender desde ahora hacia el futuro el complejo y diverso tema de la biodiversidad y sus potencialidades para beneficio del país y del mundo. La parte substancial de este escrito fue sometido en los años 2020-2021 a la consulta del denominado Pacto del Bicentenario: Panamá Propone. Allí la idea no pasó a mayores como todo lo que se generó en ese foro de consulta ciudadana. Es por ello que volvemos a someter nuevamente con este artículo el tema a la comunidad nacional e internacional.

La biodiversidad es considerada un factor estratégico para el desarrollo sostenible de Panamá y debe convertirse en un factor de competitividad que consiste en el manejo, el poder, el usufructo de y sobre la biodiversidad que contiene y custodia el país. Con esa competitividad Panamá debe alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico y político, en este caso a través de la investigación avanzada en biodiversidad, como soberanos de nuestros recursos, nuestros conocimientos tradicionales y de los descubrimientos e investigaciones científicas en este campo.

Para alcanzar la competitividad en el manejo de la biodiversidad, es esencial crear una institución especializada que enfoque sus esfuerzos en diversas áreas, como el mapeo detallado de ecosistemas terrestres y marinos, biosistemática, colecciones científicas, biotecnología, bioprospección, bases de datos, conservación, derechos sobre recursos genéticos, y divulgación.

Panamá ha recibido científicos de todo el mundo para estudiar su diversidad biológica y ecología tropical, pero muchos de estos estudios han beneficiado más a otras instituciones que a las nuestras. Los beneficios han sido coyunturales y no significativos, resultando en bajos índices de investigación propia de alto nivel y escasos réditos.

Es por ello que el instituto nacional de biodiversidad de Panamá debe ser una institución técnica o científica de alto nivel y productividad, y con personal idóneo que ingrese por méritos profesionales y productividad científica comprobada, similar a las instituciones de investigación de los países europeos, Canadá, Estados Unidos y Japón. Esta institución, su infraestructura, naturaleza, misión, visión, funcionamiento, presupuesto y financiamiento debe ser ampliamente debatido, una vez se concrete el estudio de factibilidad del mismo.

El centro debe proveer acceso e información de todos los recursos biológicos de la nación. Manejará las bases de datos de alta calidad y será el custodio de la base de datos de bio-prospección y de los hallazgos en biotecnología asociados a la diversidad biológica del país con fines de investigación significativa que contribuya sustancialmente al desarrollo científico del país. Además, y no menos importante, el instituto nacional de biodiversidad de Panamá debe ser el custodio de todo el acervo biológico, de colecciones científicas del país.

Debe aportar de manera clara con su función intrínseca, pero también con un fuerte programa de difusión, cultura ambiental y científica que haga destacar al país en la custodia de la diversidad biológica y todos sus ecosistemas como lo mandata el Convenio de Diversidad Biológica de 1992.

Reitero que establecer el instituto nacional de biodiversidad de Panamá no solo permitirá proteger y aprovechar la rica biodiversidad del país, sino que también fomentará la investigación científica avanzada o de alto nivel que contribuirá al desarrollo sostenible y posicionará a Panamá como un líder en la conservación y el manejo de los recursos naturales. Es necesario que esta visión se convierta en realidad para asegurar un futuro bueno y sostenible para las generaciones presentes y futuras.