La institucionalidad, el agua y la riqueza del Canal

Informaciones públicas y notorias reportaron, el año pasado, que los usuarios del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), en cuatro de los cinco distritos de la provincia de Panamá Oeste, adeudaban más de 9.4 millones de dólares por el suministro de agua potable. Estamos hablando, principalmente, de la región metropolitana. Mismas fuentes anunciaron: “está en funcionamiento el Plan 25×7 Paga y Ahorra que beneficia con la exoneración del 25% de las sumas adeudadas en concepto de prestación del servicio de agua potable, alcantarillado sanitario, tratamiento de aguas residuales, tasa de valorización y otros cargos. Además de la exoneración del 100 % de los recargos a todos aquellos usuarios y/o clientes que cancelen la totalidad de sus saldos, ya sea de consumidores regulares, de cartera morosa o en cobro por jurisdicción coactiva, quienes deberán cancelar los costos legales correspondientes. El asunto es claro y sencillo: si no te pones al día te cortan el agua y además la Institución asume el 25 % de la deuda a quienes se pongan al día.

En contrapunto, para la misma fecha, el Canal de Panamá entregó más de dos mil novecientos millones de balboas en calidad de ingresos y como excedentes por el tránsito de buques por el Canal, suma que se añade a los miles de millones que la empresa ha entregado, desde que la vía es administrada por Panamá.

El Idaan y el Canal usan para cumplir su tarea, la misma agua, de los mismos embalses de Gatún y Alajuela. La pregunta que es pertinente ¿por qué el Canal genera excedentes y el Idaan tiene deudas? Es evidente que algo pasa en el Idaan. La Institución se ha quedado atrás en la gestión del agua; como también en cuanto a política pública, relacionada con el recurso hídrico. No he escuchado al Idaan hablar del Plan de Seguridad Hídrica, que fue formulado durante la administración del Gobierno pasado, y cuyo contenido, para los menos versados en el tema, establece una serie de acciones a corto, mediano, largo plazo para la gestión del agua a nivel nacional.

El Canal mantiene una constante discusión sobre peajes, cargo por usos del agua, promueve, impulsa y ejecuta programas de incentivos económicos ambientales; ha reforestado más de 35 mil hectáreas y ha sembrado cinco millones de árboles. El Canal de alguna manera logra un beneficio uno a uno para los habitantes de Panamá. Si bien el beneficio de tener agua potable en una red de distribución es un beneficio, el Idaan pareciera que está cumpliendo otro rol dejando al lado lo técnico y lo estratégico que representa el agua para Panamá.

Algunas soluciones podrían ser descentralizar la gestión del Idaan y que las propias regiones dictaminen el rumbo de la producción de agua para sus necesidades. En el caso de la región metropolitana ¿habrá que incluir la gestión de producción de agua potable al Título constitucional que ampara el funcionamiento del Canal?

Hay una fuga importante en cuanto a la gestión del agua en la región central del país. La gente bebe agua de los mismos embalses del Canal. El agua es la misma que se usa para generar riquezas y beneficios ambientales, entre otros.

Existen diferencias cualitativas, cuantitativas y políticas en la administración de ambas empresas. Son dos instituciones que convergen territorialmente y que comparten el recurso agua para su funcionamiento y misión. En otras palabras, el Canal y el Idaan dependen del agua de los mismos lagos y a futuro, competirán para el uso óptimo del recurso.

El Idaan compite con el recurso agua en la cuenca del Canal, teniendo que procesar el agua que es abastecida por los embalses del Canal para dar de beber a la mitad de la población del país. ¿Está alineado el Idaan con las prioridades de navegación y con las riquezas que el Canal entrega al país? Esperemos qué dirá el Censo -que termina en marzo de este año- para afinar los números sobre la población que depende del agua del Gatún y Alajuela y tener información fresca sobre el tema. ¿Será entonces el momento de abrir la discusión? ¿Habrá clima político preelectoral para abordar la discusión? ¿El tema será diferido al igual que el problema de la Caja de Seguro Social? La administración del Canal anunció, ya de manera previa, la recomendación del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos de una inversión de más de 2000 millones para garantizar agua para el Canal para los próximos 50 años.

El Canal depende de la disponibilidad de agua para su funcionamiento y para generar ingresos. En un escenario de variabilidad climática esta misión parece estar comprometida, al igual que la disponibilidad de agua para la población. ¿No parecería lógico y estratégico poner orden en este asunto? Una pregunta pertinente sería: ¿es posible sacar al Idaan del ruedo político y revestir su funcionamiento a un ámbito estrictamente técnico para alinearlo a los objetivos del Canal?

El Idaan necesita ser reinventado bajo un enfoque técnico, ético, que le otorgue fortaleza institucional, alineado a las prioridades del país, reconociendo que es el agua la fuente de bienestar de este país, del Canal y de la gente.