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- 04/06/2023 00:00
Las generaciones del 70 y del 80 lo intentaron
Hace 50 años nos encontramos un grupo de estudiantes arropados por la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá. Estudiamos y luchamos a la vez. Había idealismo, nos oponíamos a las arbitrariedades del Gobierno militar. Fue una militancia atrevida, sin calcular los costos.
Allí nos encontramos Guillermina McDonald y Lenis Ortega, siempre atentas y dispuestas a marchar en las protestas. Miguel Vanegas y Héctor Infante, más comprometidos políticamente. Héctor Infante llegó a presidente del CED por el CAN en 1982. Vanegas siempre fue un rebelde con causa, dando la cara en todas las luchas del CED.
Esa generación valiente y aguerrida, creo que nunca se dio cuenta de lo que hacía y de sus tareas futuras. Esa generación democratizó la Universidad y también el país. Con todos ellos caminamos ayer y todos nos desperdigamos en nuestros caminos personales. Nuestras Banderas alzadas con valentía, cuando muy pocos hablaban y se atrevían, las dejamos caer, derrotados por las realidades políticas del momento y seguimos derrotados en estos tiempos.
Pero hoy, esa generación se reúne para juramentar a la nueva directiva del MOVIMIENTO DE ABOGADOS GREMIALISTA -MAG-, nacida en tiempos del “Veranillo Democrático”, que le exigimos los estudiantes de Derecho a Omar Torrijos el 14 de septiembre de 1977 y que abrió los caminos de la “democratización de la República”. Allí estaban Guillermina, Lenis y Vanegas, luego llegaría Héctor Infante, cuando se consolidaba ese “veranillo”, del cual muchos se burlaban.
Hoy, el MAG juramenta a Guillermina como presidenta y entrega medallas que llevan el nombre de fundadores destacados: César Quintero a Miguel Vanegas. Rogelio Cruz a Héctor Infante y Mirta Vanegas a Lenis Ortega. Medallas de honor a tres militantes del MAG. Merecidos reconocimientos en estos tiempos de tormentas y desafíos nacionales.
Ojalá los amigos del MAG no olviden los orígenes y las tantas tareas pendientes como abogados, gremialistas y panameños.
Ojalá el MAG y sus agremiados recuerden que la tarea generacional del 70 y 80 están inconclusas y que sus Banderas están caídas y abandonadas por la impotencia y la frustración. Pero Panamá y su pueblo necesitan los bríos de aquellos días, porque “se nos va la vida” y no hemos construido aquellos sueños e ilusiones.
Mis saludos a las muchachas y muchachos de ayer, agrupados en el MAG. Por lo menos la amistad no se ha perdido y quedan los viejos recuerdos para seguir soñando. Felicidades.