El Foro de São Paulo

El Foro de São Paulo nace en julio de 1990, producto de una convocatoria a movimientos, organizaciones y/o partidos políticos de izquierda latinoamericana, liderada por Fidel Castro y Lula Da Silva, a raíz de la caída del muro de Berlín. Ante este suceso, el objetivo de esta concentración era crear un fuerte unido y consensuar estrategias para consolidar a la izquierda y su ideología en Latinoamérica.

Este foro reúne más de cien organizaciones políticas a nivel latinoamericano cuyo objetivo es promover e implementar políticas públicas colectivistas, intervencionistas y confiscatorias del bien privado. En su sitio web encontramos, entre muchas cosas, ejemplos de sus objetivos: “Avanzar con propuestas de unidad de acción consensuales en la lucha antiimperialista y popular”, “enfrentar y derrotar al neoliberalismo”, “asegurar la distribución equitativa de la riqueza”, “establecer al estado como ente regulador de la economía” y/o “garantizar un desarrollo sostenible”.

Desde su establecimiento, no cabe duda de que este movimiento tuvo un éxito rotundo a lo largo de nuestra región, y que su discurso caló profundamente en nuestros pueblos. Fue el tiempo, y no fue poco, estamos hablando de 15 a 25 años dependiendo del país, que llevó a algunos de nuestros países a despertar.

La izquierda se caracterizó por resultados negativos en los principales indicadores de desempeño de muchos de estos países. Entre estos podemos resaltar: caída del PIB, incremento exponencial de los índices de pobreza y pobreza extrema, incremento en violencia (tasas de homicidio), incremento en tasa de inflación, producto de agresivas políticas de expansión monetaria, incremento en corrupción, caída de inversión extranjera, incremento en tasas de desempleo, incremento en informalidad laboral, incremento en índices de desnutrición, migración masiva, entre otros. Adicional, muchos se caracterizaron por implementar prácticas de expropiación de bienes privados, particularmente en los medios de producción, prácticas antidemocráticas y fraudes electorales. En resumen, un escenario lamentable cuya calificación no puede ser otra más que un fracaso de proporciones monumentales.

A pesar de esto, su batalla sigue en firme, y su más reciente víctima es un precioso país, Chile. Bajo el actual gobierno, Chile rápidamente empieza a sentir un golpe en sus indicadores. Si no reaccionan rápido, van a pasar de ser “El milagro chileno”, que servía como fuente de inspiración para los demás latinoamericanos, a ser otro ejemplo de fracaso izquierdista.

En Panamá no debemos hacer de la vista gorda con este foro, ya que tenemos partidos políticos afiliados a este grupo. Según el sitio web oficial del Foro (www.forodesaopaulo.org), el PRD y los extintos Partido del Pueblo (Originalmente Partido Comunista de Panamá) y el FAD (que de extinto solo tiene el nombre), son exmiembros y miembros. También tenemos líderes, algunos buscando la presidencia, con afiliaciones y vínculos a este grupo o algunos de sus líderes.

¿Se preguntarán, por qué estamos escribiendo sobre esto? Porque me parece importante resaltar que actualmente como país, estamos secuestrados por organizaciones con fuertes vínculos y afiliaciones a la izquierda y a este foro. Organizaciones que quieren aprovecharse de una situación de inestabilidad sociopolítica para tomarse el poder a través de la fuerza. Organizaciones que buscan desvirtuar lo que fueron protestas pacíficas y legítimas. Y como si fuera poco, ante una ausencia e inacción cómplice por parte del gobierno actual.

Panameño, no te dejes engañar. Sin duda alguna tenemos oportunidades de mejora y estamos atravesando una crisis, pero la violación al derecho al libre tránsito que todos tenemos (Ej. trabajar, ir a la escuela o al médico), el vandalismo, la destrucción criminal de propiedad pública y privada, la coerción a través de la fuerza, el autoritarismo, la cobarde promoción de lucha de clases, la anarquía, y hacernos daño entre nosotros mismos, llegando al punto de matarnos, jamás nos llevarán a ningún lado.

Este país no es lo que es, por los políticos, ni por los líderes sindicales. Ellos tienen sus intereses y agendas particulares. Por eso debemos limitar su poder al máximo posible, siempre. Este país es lo que es gracias al sector productivo. Al que sale todos los días a trabajar duro por su gente y su país, en estricto respeto al prójimo.

Panameño, no los dejes tomar por la fuerza, lo que no pueden ganar en las urnas.