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- 30/03/2021 11:06
Fases de vacunación y transparencia de su aplicación
Nos encontramos nuevamente cerca de un gran asueto nacional, la Semana Santa, en la que la población católica visita los templos y sale a las calles a conmemorar las fiestas de Pascua, el país se vuelve a disponer a disfrutar sus fiestas nacionales, con la incertidumbre de que se vuelvan a multiplicar los contagios. Sin embargo, hay algo diferente, desde el 20 de enero de 2021 han llegado al país 598 670 dosis de la vacuna fabricada por la empresa Pfizer, y se han aplicado, al 24 de marzo de 2021, un total de 352 876 dosis, pero la población no puede evitar cuestionar el cómo se ha llevado el proceso de vacunación, por lo que haremos un repaso sobre las fases diseñadas y los hechos suscitados alrededor de la vacunación en los últimos meses.
El plan de vacunación diseñado por el Gobierno comprende cuatro fases, de acuerdo con la criticidad de la población, la primera fase comprende 450 000 dosis para personal de la salud, migración, aduanas, pacientes encamados, etc. La segunda fase comprende a pacientes crónicos y adultos mayores a 60 años, es aquí donde haremos nuestro primer punto de control.
En febrero se hicieron escuchar las voces de los gremios de doctores y enfermeras en la forma de protestas, quienes denunciaban irregularidades en el proceso de vacunación. Los médicos que se encuentran en primera línea recibiendo a los pacientes de COVID-19 no estaban siendo considerados para la primera fase de vacunación; por otro lado, sabemos que figuras del Gobierno o cercanas a él han sido vacunadas, estos hechos han sido esclarecidos por las autoridades, pero al final quedamos con las mismas dudas: ¿cómo tenemos aún médicos y pacientes críticos sin vacunar y ya estamos enterándonos de personas ligadas al Gobierno que están recibiendo su primera dosis?
Para hacer esta denuncia más contundente, se suman las protestas del personal de varios cuerpos de salud en los primeros días de marzo, quienes se hicieron escuchar para reclamar la segunda dosis de la vacuna.
Sabemos, por las indicaciones de la OMS, que la vacuna puede ser administrada 21 días después, pero se recomienda que sea lo más cercano posible a ese intervalo, en un período de incertidumbre resulta inquietante que, siendo parte de la primera fase de vacunación, en la primera línea de combate contra la COVID-19, los médicos y enfermeras no hayan recibido su segunda dosis en este intervalo. La respuesta del Minsa es un llamado a la calma, indicando que se puede extender la ventana de tiempo de aplicación de la segunda dosis, pero nos hace cuestionarnos… si se realiza un llamado a que los médicos esperen su segunda dosis después del tiempo recomendado, ¿qué podemos esperar para la tercera y cuarta fase de vacunación?, ¿si en esta etapa vemos algunos políticos involucrados en procesos irregulares, qué podemos esperar cuando sí estén en su fase correspondida?
Lo cierto es que solo nos podemos remitir a los hechos, el Gobierno ha decidido avanzar con la segunda fase de vacunación, ampliando el plan de ejecución actual a un grupo poblacional de más de un millón de habitantes, y así, ampliando la cantidad de personas que buscarán burlar el proceso. Ya sabemos de miembros de clubes cívicos que utilizaron su posición para recibir la vacuna antes de lo debido, perjudicando a terceros que, en ese día, tenían derecho a ser vacunados primero.
Exigir la transparencia debida del Gobierno nacional y del Ministerio de Salud es lo mínimo que puede hacer la población, en un proceso en el cual poca voz y voto tiene en el cómo es gestionado. Sin embargo, la población tiene un rol importante en esta etapa de la pandemia, como lo ha tenido desde el día que se anunció la llegada del primer caso al país.
Ha recaído en nosotros, la ciudadanía, el ser responsables en acatar las medidas de bioseguridad y limitar el contagio del virus. En esta nueva etapa, nuestro deber cívico se presenta en el formato de la espera, esperar nuestro turno es lo mejor que podemos hacer para ayudar a Panamá a superar esta crisis, y para garantizar la salud de nuestros vecinos, amigos y familiares, además de la nuestra. Debemos respetar el proceso de vacunación, si queremos exigir transparencia, debemos ser transparentes.
José Carlos Torres Querales
Estudiante de la Maestría en Gerencia Estratégica de la UIP