• 29/06/2017 02:00

Exigen una comisión idónea

Señor ministro de Salud, tome cartas en este asunto.

En abril de 2012 en este su periódico, La Estrella de Panamá , publicamos un artículo titulado: ‘¿Envenenados y burlados?', en donde exponíamos que uno de los afectados por el llamado ‘jarabe maldito', en el proceso de investigación realizado por el Ministerio Público, para el caso del mencionado medicamento contaminado que produjo muertes y afectaciones a un número incalculable de panameños, protestó debido a que se estaba utilizando como peritos a profesionales de la salud que no tenían la idoneidad como ‘toxicólogos clínicos'.

Ahora sucede lo mismo. Una de las víctimas de la contaminación y envenenamiento por el ‘dietilenglicol', nuevamente está protestando por el nombramiento de una Comisión de Evaluación para el análisis y estudio de los casos de dietilenglicol, nombramiento que se hizo mediante la Resolución 2361 de 29 de noviembre de 2016, la cual apareció en la Gaceta Oficial 28170-B de diciembre de 2016.

Según el protestante, cuyo nombre nos reservamos por razones obvias, al revisar la lista de nueve profesionales de la medicina que integran esa comisión, ha observado que en la misma no hay ningún toxicólogo clínico, que es la especialidad fundamental y básica para poder detectar de manera científica y certera quiénes pudieran haber sido contaminados con aquel ‘jarabe maldito'. La falta de especialistas en esa materia hace que tal comisión no sea idónea para estudiar ni analizar ningún caso, pues carecen del conocimiento que se requiere para esto.

Nos dice el protestante —y le concedemos razón— que, así como un cardiólogo no es idóneo para evaluar un caso de neumología, y un urólogo no lo es para un caso de odontología— no es factible ni viable crear ahora una comisión donde no hay la idoneidad profesional, para abordar estos casos. Y sugiere lo siguiente que se nombre en esa comisión a toxicólogos clínicos idóneos; o bien, que se disuelva esta comisión, pues las decisiones a que llegue pueden ser impugnadas por la vía legal y ante los tribunales de justicia, porque no existe la idoneidad profesional para hacer estudios ni análisis de casos ocurridos por la contaminación de medicamentos con dietilenglicol. Es insistente la utilización de toxicólogos clínicos idóneos en la mencionada Comisión Evaluadora, pues tal como se encuentra integrada actualmente (sin toxicólogos clínicos idóneos), va a permitir seguir victimizando a los afectados.

Señor ministro de Salud, tome cartas en este asunto.

EDUCADOR

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