Estudiantes embarazadas

La Ley que permite a las estudiantes embarazadas permanecer en sus planteles educativos a nivel nacional, a fin de recibir sus clases en los distintos niveles educativos por parte de sus educadores, tiene su origen en un convenio internacional que suscriben nuestro país.

Según dicho convenio, a través de las conclusiones a que llegaron varios países, se consideró que se estaba sancionado a la estudiante embarazadas al obligarla a continuar sus estudios en las escuelas nocturnas, lo cual se varió y surgió la norma o disposición legal actual, aplicable y vigente en nuestro país que de manera expresa consagra que las estudiantes embarazadas solo se le podrá trasladar a los colegios nocturnos si ella así lo acepta mediante escrito que deberá reposar en la dirección del plantel respectivo.

Reitero, con esa norma que nuestra República de Panamá está cumpliendo, como es lo correcto y legal, con un convenio internacionales que suscribió, donde se comprometió a poner en vigencia esta exceta legal.

Entendemos perfectamente la oposición a esta disposición legal que aplica el Ministerio de Educación, por parte de los padres de familia de estudiantes no embarazadas, que no han tenido esta experiencia, por la influencia que puede propiciar esta sobre sus hijas. Pero también entendemos la meta, objetivo y espíritu de esta norma que lo que busca es prevenir la deserción escolar por parte de estas estudiantes embarazadas y que a las mismas se le dé el derecho de continuar y finalizar sus estudios, para que logren la superación académica indispensable para mejorar su condición de vida, para que se les inserte en el mercado laboral, que les permitan obtener un empleo digno para mantenerse ellas y el fruto de su concepción. Esto generaría que esta adolescente estudiante embarazadas no se convierta en una carga social para el país.

Por todo lo anteriormente expresado, nosotros estamos de acuerdo con esta disposición legal que aplica el Ministerio de Educación, pues es una norma que propicia que el estudiante continúe sus estudios, que eleven con estos estudios su nivel de vida que les permita y garantice desarrollar una maternidad responsable.

¡Amanecerá y veremos!

ABOGADO