¿Es posible la Tercera Guerra Mundial?

Pasada la Semana Santa, me permite reflexionar profundamente sobre las contradicciones políticas que presenta el mundo, frente al violento ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, Moscú, que produce serias acciones de contraataque de Rusia para los actores que originaron y desarrollaron este atentado.

Igualmente desconcierta la situación bélica en el medio oriente, frente a la ofensiva de Israel en Gaza, que, según el secretario de la ONU, Antonio Guterres, puede generar un conflicto bélico en toda la región.

Igual pasa con la violencia de las bandas del narcotráfico en Haití, en menor grado Ecuador, México, Salvador, Panamá, etc.

Estos conflictos empiezan a definir aliados frente a un enfrentamiento bélico global, donde China, Rusia, Estados Unidos y la OTAN, se preparan para tal acontecimiento.

En Panamá, en las últimas semanas de propaganda política ante las elecciones generales del 5 de mayo, se agudizan los ataques y se genera un ambiente de confrontación negativo que puede forjar situaciones perturbadoras.

Todo este panorama contradictorio a nivel nacional y mundial refleja el advenimiento de un nuevo orden económico mundial que se expresará en las votaciones generales del 5 de mayo.

La economía mundial afronta una aguda crisis económica, que se refleja en una serie de graves desigualdades y desajustes estructurales. El primer mundo es incapaz de regular y controlar sus desequilibrios, sus altas tasas de inflación, desempleo y recrudece la rigidez de sus mercados a través del proteccionismo y su modelo neoliberal. No entienden que la crisis actual no puede resolverse sin propiciar cambios estructurales profundos en sus propias economías. Soluciones particulares desconocen los vínculos causales entre las políticas del primer mundo y el crecimiento sostenido del tercer mundo.

Todo proceso por reformar el orden económico mundial trae afectaciones económicas, políticas y bélicas, que definen las nuevas alternativas de un mundo mejor donde nosotros, el tercer mundo, deberá acoplarse a lo nuevo con principios regionales e individuales que nos permitan crecer y llevar mejor bienestar social para nuestros pueblos. Siempre hemos aportado el capital del crecimiento de las grandes economías, nunca nos llega nada de nuestros capitales, es hora de revertir todo y ganar con nuestro gran aporte a los países desarrollados. Vemos surgir un nuevo orden económico internacional, allí estaremos firmes y solidarios con un mundo mejor para todos.

Hechos que, en Panamá, deben mostrarse en los fundamentos programáticos de los candidatos a presidencia, diputados, representantes y alcaldes. Desde cada perspectiva de poder político se deben formular programas y proyectos de cooperación horizontal y generar capacidad individual de valerse por nuestros propios medios, capaz de favorecer el crecimiento económico y el bienestar económico del país.

Para nosotros es necesario mantener nuestra histórica política de neutralidad ante los conflictos bélicos que se ven venir entre EE.UU. - OTAN y Rusia, exigir compromisos serios y consecuentes con el nuevo bloque económico que tomará el nuevo poder a nivel mundial, reforzar nuestra política soberana y nacionalista para nuestros recursos naturales y generar nuevos caminos de comercialización a nuestro sector primario y secundario. Defender la institucionalidad del Estado sin ninguna injerencia externa, elevar al bienestar social de nuestro pueblo, fortalecer, desarrollar y modernizar nuestra infraestructura canalera. Elevar nuestra cultura política, consolidar gobiernos prístinos, desde la política programática del representante, del alcalde, del diputado y presidente. Abrir relaciones políticas y económicas con nuevos mercados que nos permitan crecer y mantener políticas sostenibles en un modelo económico abierto, diversificado y competitivo.

Solo así, para este 5 de mayo, podremos generar una visión progresista y desarrollista desde las juntas comunales, las alcaldías, la Asamblea Nacional y el Ejecutivo.

Estructuremos partidos políticos que reflejen el pensamiento del pueblo panameño, que dirime caminos de desarrollo económico para todos, donde la educación, salud y seguridad reflejen un país en camino del primer mundo. Siempre acompañados de nuestros hermanos latinoamericanos que unidos reconstruiremos un mejor porvenir regional.

Ya es hora de que cada aspirante a alcalde, diputado, representante y presidente, para este 5 de mayo, muestren ese salto cualitativo en sus valores, ética y moral, y programas políticos, donde los intereses particulares desaparezcan por los intereses colectivos del pueblo panameño.