Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 29/03/2022 09:07
Elecciones del PRD, pandemia y la guerra en Ucrania
Las elecciones primarias del partido revolucionario democrático (PRD), celebradas el pasado domingo 27 de marzo de 2022, ejercicio electoral mediante el cual se inicia el proceso de renovación de las estructuras de poder interno del otrora colectivo de Omar, se caracterizan no solo por el contexto, sino, sobre todo, por lo que es hoy esa asociación política partidista.
El PRD en su norma interna se declara ideológicamente socialdemócrata y políticamente torrijista; pero, desde hace ya mucho tiempo, en la práctica, no es ni lo uno, ni lo otro. El pensamiento social fue abrumado por el liberalismo de nuevo tipo y el quehacer político de consulta y debate por el “que hay pa’ mí”. En otras palabras, la ideología predominante en lo que queda del PRD, es de corte neoliberal y las actuaciones son de tipo clientelista. Adicionalmente, al decantarse –la cúpula del PRD- por el poder económico y por el gamonalismo político; y la gestión pública, por el nepotismo, opacidad y corrupción de los gobiernos, pasados y presentes; estos hechos han transfigurado al PRD, en una entelequia política más de las existentes en la fauna politiquera nacional.
En efecto, después del asesinato de Omar Torrijos en 1981, por órdenes de la CIA. En 1983 sus sucesores encabezados por el comandante de la Guardia Nacional, Rubén Darío Paredes, dan un golpe de timón autoritario de derecha y a través de la modificación de la Constitución de 1972, no solo descabezan y desnaturalizan la Asamblea Nacional de Representantes de Corregimiento (“poder popular”), sino que abren el camino para el empoderamiento de la vida política nacional, por parte de los partidos electoreros de corte neoliberal y oligárquicos. Seguidamente, en la década de los noventa del siglo pasado, la cúpula del PRD es asaltada y oligarquizada por tránsfugas del torrijismo y se impone definitivamente la ideología neoliberal y el clientelismo político. Desde esa fecha para acá, el legado de los gobiernos del otrora partido de Omar, ha sido el de la erección de “nuevos ricos y millonarios”, de “fichas” y de “clientela” política.
Por otro lado, en febrero de 2020, cuando se detectó en Panamá el primer caso de la COVID-19, producida por el coronavirus SARS-CoV-2 y declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el gobierno del tránsfuga de la extinta entelequia política fundada por el oligarca Don Sammy Lewis, ha utilizado esta calamidad como justificación para entronizar el régimen de la opacidad en el manejo de la cosa pública, particularmente, otorgando súper poderes al ministro de la Presidencia, quien controla contrataciones y nombramientos en el Estado como si se tratara de su finca personal; para ello se ha valido de una serie de Decretos Ejecutivos, siendo el más lesivo a las garantías y derechos constitucionales de los panameños, el Decreto Ejecutivo que instituyó el “estado de emergencia”, el cual permite una extendida discrecionalidad al gobierno, que lo ha llevado, entre otras cosas, al endeudamiento de la República por más de 14 mil millones de dólares en 30 meses de gestión, al abultamiento de la planilla estatal, contratos “oscuros” como el del “Hospital de Covid-19”, los 143 millones de balboas para “consultorías”, el “vale digital” y “bolsas de alimentos” por más de 1,500 millones de balboas, dos mil millones de dólares a los señores de la “bancocracia”, todos con una clara finalidad de clientelismo político y para beneficiar, supuestamente, a donadores de la pasada (de Nito) y presente (de Gaby) campañas electorales.
Adicionalmente, el régimen de la plutocracia corrupta y su proyecto de continuismo político, ha echado mano a la crisis geopolítica desencadenada por la alianza guerrerista EEUU-Unión Europea-OTAN, en contra de la Federación de Rusia, que tiene como teatro bélico la República de Ucrania, para asimismo incurrir en declaraciones de política internacional erróneas y descomedidas de un Estado que posee un Canal marítimo internacional neutral. También ha utilizado las consecuencias derivadas de la guerra y de las medidas económicas y financieras del bloque “occidental”, en contra del gobierno Vladimir Putin, las cuales han desencadenado una ola de inflación mundial y encarecimiento de combustibles, minerales, cereales, productos lácteos y cárnicos; para justificar la “taquilla política” por parte del ungido presidencial, quien es nombrado para presidir la “enésima” comisión gubernamental, en este caso, para atender los efectos económicos en Panamá, de la guerra geopolítica en Europa, por un nuevo reparto del mundo.
En síntesis, el resultado electoral en las “internas” del PRD son predecibles. De los 4,200 delegados electos, los cuales determinarán la composición de las “estructuras” de dirección del PRD, a todos los niveles; más del 50% pertenecen a las corrientes clientelares del diputado de Bocas del Toro y actual presidente del PRD, y del exaltado candidato presidencial; lo que augura el control total de la entelequia política en el gobierno, por parte la corriente neoliberal, plutocrática, de clientelismo político corrupto y corruptor.
¡Así de sencilla es la cosa!
El autor es abogado y analista político.