El voluntariado ambiental encuentra un aliado en la juventud

Hablar del ambiente y la conservación de los recursos naturales, es entrar en un tema que siempre está de moda y que todos quieren tocar; sin embargo, promover una responsabilidad compartida de altruismo es casi imposible, ya que muchos aspiran enarbolar banderas que involucran diversos intereses, siendo el político y económico los que mayores beneficios brindan y agitan pasiones.

Esto conlleva que la parte socio ambiental que rige la vida de las especies y sus ecosistemas incluyendo al hombre, pase a segundo plano ignorando que el accionar indolente cotidiano deteriore el hábitat cada vez más y precipite su exterminio como inquilino pasajero en este planeta.

Nuestra juventud incluyendo a la niñez, igual que en países con cultura ambiental ha tomado los espacios de participación ciudadana para involucrarse a través del voluntariado ambiental en tan digna y noble causa: colaborar gratuitamente para salvaguardar un espacio sano en este planeta para las próximas generaciones.

Los muchachos de esta generación han demostrado disponibilidad para trabajar en equipo, guiados por un ideal conservacionista y de altruismo apasionado, como líderes comunitarios que cumplen con un perfil y caudal moral, labrado a puro pulmón en sus círculos sociales.

Se avecina otra batalla que a diferencia de las demás no necesita armas ni confrontación, sino manos con vocación de servicio a favor del ambiente. Los actores se alistan y solo esperan la clarinada (redes sociales), para mover con su aporte de valentía e innovación el espíritu ardiente de las masas.

Garantizar la permanencia de la especie humana en este planeta, a pesar de los daños irreversibles (acciones antropogénicas) causadas por la ignorancia y la avaricia del hombre, ha motivado una movilización mundial hacia una nueva corriente por el rescate de la conservación y el manejo sostenible de los recursos naturales renovables y el ambiente, como un legado de vida.

La juventud de hoy ha demostrado madures y deseo de participar en la solución de los problemas que aquejan el país y en tan poco tiempo ha pasado de simples espectadores a protagonistas de grandes jornadas cívico-sociales igual como lo hicieron en otrora sus antecesores por la soberanía, ofrendando sus propias vidas.

El voluntario ambiental, a diferencia de los seudos conservacionistas o piratas ecológicos, contribuye a que las comunidades y demás asentamientos humanos se organicen mediante alianzas comunitarias programáticas y emprendan un proceso continuo de capacitación e intercambio de experiencias para implementar métodos de convivencia sostenible con la naturaleza y logren alcanzar niveles de autogestión, que mejoren el desarrollo humano y su calidad de vida, sin afectar el ambiente y los diversos ecosistemas.