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- 10/07/2024 00:00
El poder de una pregunta transformadora
Recientemente asistí a una conferencia donde Dan Sullivan, fundador de Strategic Coach, compartió una reflexión que me dejó pensando profundamente. Dijo: “El mayor regalo que puedes darle a alguien es hacerle una pregunta que nunca haya escuchado antes, porque haces que su mente piense de una manera diferente”. Esta idea resonó conmigo y me hizo reflexionar sobre el impacto de las preguntas en nuestra vida personal y profesional.
Dan Sullivan es conocido por su enfoque innovador hacia el crecimiento personal y empresarial, y una de sus herramientas más poderosas es la pregunta “R-Factor”. Esta pregunta tiene el potencial de cambiar la manera en que vemos nuestro futuro y nos ayuda a alinearnos con nuestros objetivos a largo plazo.
Pegunta R-Factor: es simple, pero increíblemente profunda. “Si estuviéramos teniendo esta conversación tres años a partir de hoy, y estuvieras mirando hacia atrás a esos tres años, ¿qué tendría que haber sucedido en tu vida, tanto personal como profesionalmente, para que te sientas feliz con tu progreso?”. Esta pregunta nos obliga a pensar en nuestras metas a largo plazo y en lo que realmente queremos lograr. Nos ayuda a visualizar el éxito y a identificar los pasos necesarios para llegar allí.
Preguntas DOS: Peligros, Oportunidades y Fortalezas: Además de la pregunta R-Factor, Dan Sullivan utiliza las preguntas DOS (en inglés Dangers, Opportunities, Strengths) para ayudar a las personas a identificar las áreas claves en sus vidas:
Peligros (Dangers): ¿Cuáles son los posibles peligros u obstáculos que podrían impedirte alcanzar tus metas?
Oportunidades (Opportunities): Si supieras que todo va a salir bien y no hay riesgo de pérdida, ¿qué oportunidades aprovecharías o qué cosas harías que tal vez no te permites hacer por miedo?
Fortalezas (Strengths): ¿Cuáles son tus fortalezas y los recursos a tu disposición para superar los peligros y aprovechar las oportunidades?
Estas preguntas no solo nos permiten reflexionar sobre nuestros desafíos y oportunidades, sino que también nos ayudan a aprovechar nuestras fortalezas para alcanzar nuestros objetivos.
Utilizamos estas preguntas para ayudar a nuestros clientes a pensar de manera diferente sobre su futuro financiero. Preguntas como la pregunta R-Factor y las preguntas DOS permiten comprender mejor sus objetivos y preocupaciones, y diseñar un plan que les permita alcanzar sus metas financieras a largo plazo.
Por ejemplo, recientemente hablamos con un propietario de negocio. Cuando le preguntamos sobre su visión del futuro, mencionó que esperaba que sus hijos un día asumieran y dirigieran la empresa familiar. Dado que comprendimos su visión, le preguntamos: “¿Qué podría descarrilar esto?”. Al explorar esta pregunta, surgieron tanto cosas que el propietario había considerado como algunas que no había pensado.
Algo que no había considerado era que, si su negocio proporciona un buen sustento para su familia ahora y tiene dos hijos que van a trabajar en la empresa, este negocio eventualmente tendrá que dar para tres familias. Digo esto porque en la visión del fundador él y su esposa iban a recibir dividendos por el resto de sus vidas y este dinero era gran parte de la forma en que iban a financiar sus gastos de jubilación.
Lo que no había considerado adecuadamente esta persona es que cada uno de sus hijos también tiene su propia visión del futuro, incluyendo vivir un cierto estilo de vida y con metas financieras que quieren lograr, como realizar viajes, el poder pagar la universidad de sus hijos, entre otros. Esto implica que la empresa tendrá que generar muchísimo más de lo que produce hoy en día.
Si el negocio no logra un crecimiento sustancial, esta persona podría encontrarse en varias situaciones incómodas. Por ejemplo, si no hay suficiente dinero para las tres familias, posiblemente tendrá que vender activos de su patrimonio para mantener su estilo de vida o, peor aún, reducirlo. Además, es posible que uno de sus hijos piense: “Yo no voy a trabajar los próximos 15 o 20 años con un salario que no me alcance para la vida que quiero, solo para que mis padres mantengan su estilo de vida y luego convertirme en socio a mis 55 o 60 años. Para eso, invierto mi tiempo en mi propio emprendimiento”. Esto podría llevarlos a abandonar la empresa y causar problemas familiares.
Al final, logramos sentarnos con el dueño del negocio y sus hijos para elaborar planes financieros que les permitieran ver cuánto tendría que generar el negocio para que todos estuvieran satisfechos en el futuro. Pudimos hacer un análisis inverso o “reverse engineering” para entender qué tipo de crecimiento de ventas y rentabilidad implicaría esto. Ahora, la familia está trabajando en un plan para lograr estas metas y todos tienen una visión clara de cómo pueden colaborar, hacer crecer el negocio y hacerlo sostenible para todas las familias en el futuro.
Hacer preguntas que nunca antes se han escuchado no solo desafía nuestras suposiciones, sino que también abre nuevas posibilidades y perspectivas. Al pensar en nuestra vida y nuestras finanzas de una manera diferente, podemos crear un camino más claro hacia el éxito y la satisfacción.
Espero que este artículo te inspire a hacer preguntas profundas y significativas, tanto en tu vida personal como profesional.