• 19/03/2025 00:00

El agua en Panamá: un tesoro mal administrado

El acceso al agua potable es cada día un problema en todo el país, en especial en muchas zonas rurales y periféricas, donde sufren la falta de este recurso vital

Los panameños siempre nos hemos sentido orgullosos de la calidad y la abundante agua que poseemos, pero que, en realidad, no llega a todos por igual.

Es uno de los países que más agua consume por persona, según el Banco Interamericano de Desarrollo, los panameños consumimos 507 litros de agua por persona diariamente y eso nos ubica en el primer puesto de países latinoamericanos con mayor consumo de agua por persona al día, cosa que en estos tiempos no debe ser de orgullo, cuando sabemos que en otros sectores las personas no tienen agua y en algunos puntos específicos del país hasta manifestaciones se pueden ver a diario por no contar con el agua.

Este dato, aunque impresionante, es solo la punta del iceberg de una crisis hídrica que se agrava en diversas regiones del país.

El acceso al agua potable es cada día un problema en todo el país, en especial en muchas zonas rurales y periféricas sufren la falta de este recurso vital. En estas áreas, el agua solo llega a través de carro cisterna, pozos o acueductos comunitarios.

La desproporción en el consumo de agua entre la ciudad y las áreas más alejadas es evidente. En algunas partes la ciudad de Panamá, donde el agua fluye de manera constante, se observa una cultura de desperdicio. Esta situación debe ser motivo de reflexión, ya que el agua es un recurso finito que no puede ser malgastado sin consecuencias.

A medida que el rápido crecimiento de la población y el cambio climático se convierten en desafíos cada vez más significativos, es crucial que la conciencia sobre el uso responsable del agua se convierta en una prioridad tanto a nivel gubernamental como individual. Un dato que no puede pasarse por alto es que aproximadamente el 26 % del agua producida se desperdicia debido a que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) no hace las reparaciones necesarias a tiempo. Este despilfarro se suma a un problema que afecta la disponibilidad de agua para quienes más lo necesitan. A pesar de nuestras ricas fuentes hídricas, la falta de infraestructura adecuada y el mantenimiento insuficiente agravan la situación de escasez en muchas localidades.

Ante esta problemática, el Gobierno ha destinado $100 millones en un plan para rehabilitar y mejorar las plantas potabilizadoras. Si bien este esfuerzo es un paso en la dirección correcta, es fundamental que se implementen medidas integrales y sostenibles para garantizar el acceso equitativo al agua potable.

La inversión debe enfocarse no solo en la mejora de las infraestructuras existentes, sino también en la educación de la población sobre el uso responsable y eficiente del agua.

El agua en Panamá es un recurso precioso que necesita ser valorado y protegido. La situación actual exige un compromiso real y sistemático de parte de todos: del gobierno, las empresas y la ciudadanía. La gestión del agua debe ser vista como un reto colectivo que no solo impacta nuestras vidas, sino que también afecta el futuro de nuestro país. Hoy, 22 de marzo, Día Mundial del Agua, es hora de reconocer que el agua es vida, y de actuar en consecuencia para garantizar su disponibilidad para todos, hoy y siempre.

*El autor es abogado
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