• 15/08/2022 00:00

La economía social de mercado un modelo para un Panamá libre y justo

Las legítimas protestas que recientemente han ocurrido en Panamá, producto del desgaste político y económico, y un equivocado manejo gubernamental, han provocado un diálogo entre fuerzas vivas sobre el modelo económico que debe imperar en nuestro país.

Las legítimas protestas que recientemente han ocurrido en Panamá, producto del desgaste político y económico, y un equivocado manejo gubernamental, han provocado un diálogo entre fuerzas vivas sobre el modelo económico que debe imperar en nuestro país. Cada vez que escucho las peticiones que hacen sus voceros, me viene a la mente que el modelo que requiere Panamá es el de la “Economía Social de Mercado”.

El gran debate ideológico sobre esta materia siempre ha sido sobre quien o quienes proporcionan los bienes y servicios: El Estado, o el Mercado. En el modelo “Economía Social de Mercado” proponemos que sea “Tanto Mercado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario”.

La Economía Social de Mercado, que ha sido el modelo más exitoso en la historia, logró la reconstrucción económica, moral y cultural de Alemania y Europa, devastada luego de la Segunda Guerra Mundial, bajo el liderazgo del Demócrata Cristiano Konrad Adenauer, y su ministro de Hacienda, Ludwig Erhard.

Es un sistema basado en la propiedad privada y una competencia funcional, en un Estado de Derecho de potencial influencia, con compensaciones sociales inherentes. En otras palabras, acepta los conceptos del liberalismo jurídico, pero con un Estado fuerte que evite el libertinaje, y la deslealtad en la competencia (monopolios, oligopolios).

Sus principios son autorresponsabilidad, solidaridad y subsidiariedad. Esto quiere decir que sus ciudadanos tienen un alto sentido de responsabilidad con la sociedad, saben elegir bien entre las opciones, y un alto respeto a la ley, ayuda al prójimo, y la intervención del Estado para realizar la acción solidaria para satisfacer las necesidades que las familias, personas o comunidades no puedan atender por sí mismas. Esto significa que es más que “dejar hacer, dejar pasar”. Como aclaración, la Subsidiariedad no significa tener más subsidios.

Es decir, promueve la libertad de la Economía de Mercado, pero también es justo, pues, tiene un Estado que interviene cuando se cometen injusticias. La receta es Justicia con Libertad.

El Artículo 277 de la Constitución Política nos indica que “El ejercicio de las actividades económicas corresponde primordialmente a los particulares; pero el Estado las orientará, dirigirá, reglamentará, reemplazará o creará, según las necesidades sociales y dentro de las normas del presente Título, con el fin de acrecentar la riqueza nacional y de asegurar sus beneficios para el mayor número posible de los habitantes del país. El Estado planificará el desarrollo económico y social mediante organismos o departamentos especializados cuya organización y funcionamiento determinará la Ley.” Es decir, que jurídicamente es completamente viable lo que propongo, faltando solamente la voluntad, políticas públicas eficientes y cambios legislativos para pasar a este modelo.

El crecimiento económico no es suficiente. Para salir del subdesarrollo requerimos un sistema que promueva el mercado, abierto al mundo, pero que brinde justicia social a los panameños, que promueva un medio ambiente sano, con ciudades verdes y amigables.

Estoy convencido de que este modelo, responsable, solidario y subsidiario, es el perfecto para que pasemos del crecimiento económico, al desarrollo. El aumento descontrolado de la planilla, los abusos, los oligopolios como el de la medicina y otras injusticias no tendrán cabida en el modelo de la Economía Social de Mercado. Pero claro, como he escrito antes, requerimos de una visión de Estado liderada por ciudadanos preparados y honestos, comprometidos con el país, que los hay, solo que hay que atreverse.

Abogado, ex ministro de Estado
Lo Nuevo
comments powered by Disqus