El diario 'El País'

Ya tenemos la vacuna y hay un plan para ponérsela a los que se han registrado. Ese plan fue muy consultado y el ciudadano espera que la política no intervenga. En esta ocasión voy a referirme a un episodio pasado, en el cual yo tuve una participación.

Mi padre, Samuel Lewis Arango, siempre tuvo una especial inclinación por el periodismo. A finales de la década de 1930, adquirió, junto con Ernesto de la Guardia, Jr. y Enrique Lefevre, el semanario Mundo Gráfico.

Con posterioridad, a finales de 1940, fue director del diario El Panamá América, propiedad del Dr. Harmodio Arias. Al renunciar a dicho puesto, adquirió una modesta imprenta ubicada en la calle 4ta, muy cerca de la Plaza Bolívar. Con el tiempo “El País” se mudó a otros lugares con mejor equipo.

Pudo mi padre, con gran habilidad, contar con la colaboración de las mejores plumas que en ese momento tenía Panamá: José Isaac Fábrega, Aníbal Ríos, Gil Blas Tejeira, Eduardo Ritter Aislán, Horacio Aguirre, Rómulo Escobar Bethancourt y Leonidas Escobar, entre otros. Todos ellos le dieron gran lustre al periodismo y sus escritos dejaron siempre opiniones en la ciudadanía. Horacio Aguirre fue el editorialista y Manuelita Alemán de de la Guardia (Madelag), redactora social. Gabriel, mi hermano, ayudaba en la distribución del diario y yo en la parte administrativa.

Inicialmente, el diario era independiente y presentaba, además de los escritos de los ilustres periodistas, mucha información de carácter general. Posteriormente, “El País”, fue un periódico de clara oposición al Gobierno que presidia el Dr. Arnulfo Arias. Esa política se debió a las violaciones constantes a la Constitución de 1945 por parte del Dr. Arias, al cobro de la cuota política para su partido del “5 %” a todos los empleados públicos, el establecimiento del primer casino privado (situado en los altos del Jardín Balboa), a la eliminación del dólar, sustituido por el balboa y otros ataques del Dr. Arias contra la democracia existente. Todas estas cosas eclipsaron un par de aciertos que el Dr. Arias tuvo como el voto a la mujer y la Caja del Seguro Social, inspirado en la social alemana y sus dirigentes, que tanto él admiraba.

Mi padre fue objeto de muchas persecuciones. Un buen día, agentes de la policía secreta, que estaba a cargo del señor Poveda, fueron a arrestarlo. Yo pude sacarlo por la puerta de atrás y llevarlo como asilado a la Embajada de Guatemala. Mientras mi padre estuvo asilado, ocuparon la dirección del periódico el Dr. Víctor Florencio Goytía, quien por enfermedad se retiró al poco tiempo y su puesto lo ocupó don Marcos Robles.

Con la compañía de tantos ilustres escritores, algo tuvo que “pegárseme”. Yo incursioné en el periodismo escribiendo en la página deportiva con el seudónimo de Salegal. Aproveché que en 1950 don Neco de la Guardia trajo a jugar a Panamá a los Yankees de Nueva York para escribir sobre dichos juegos que celebraron en el estadio Juan Demóstenes Arosemena.

Los Yankees contaron con todas sus grandes estrellas, como: Joe DiMaggio, Phil Rizzuto y Bill Dickey, entre otras, quienes se enfrentaron a una selección panameña, que integraban: Andrés Alonso, Roberto Lucas, Víctor Barnet, Ulises Mahoney, “Bin Bin” Austin y muchos otros.

Después de esa temporada escribí sobre temas generales. Con posterioridad, lo hice en artículos en distintos periódicos de la localidad.

El diario “El País” fue vendido por mi padre a don Ernesto de la Guardia, Jr., quien era propietario de la imprenta La Academia. Años después, el periódico cesó de circular, entre otras cosas, por la falta de anunciantes, el interés del lector y del propio nuevo propietario.